Por Ernesto Pérez Castillo
Como antes advertí, nuestra Única, Híper, Súper, Cíber Blodeguera anda a las desesperadas buscando otro empleo. Al parecer, viendo que en el último minuto Reporteros Sin Fronteras desechó su candidatura para el Premio a la Ciberdisidencia y le dio el billete a su rival iraní, la blodeguera anticubana ha decidido potenciar sus cotizaciones apostando por una postura antivenezolana. Se trata del intento de demostrar que sí, que ella podría ser útil, aunque en Cuba a nadie le importe un comino su twittería sobre la falta de papas y sombrillas en La Habana.
Ayer ella twitteaba: “He leído con alarma de restricciones de acceso a Internet para los venezolanos. Me brindo para enseñar a usar Twitter por sms.” Nótese que en sus 125 caracteres, ninguno anuncia que el cursito resultaría gratis…
Esas supuestas restricciones no son sino una manipulación que hace la blodeguera –alineada junto a la ultra derecha venezolana–, de las palabras de Hugo Chávez cuando dijo: “Internet no puede ser una cosa libre donde se haga y se diga lo que sea, no, cada país tiene que poner sus reglas y normas”.
Lo cierto es que en días pasados una web venezolana difundió falsas y mal intencionados noticias sobre la supuesta muerte en atentados de varios dirigentes de la revolución bolivariana.
Sobre ello, el diputado Ricardo Capella comentó: “no se debe permitir que a través de Internet se instigue a la violencia, al magnicidio y al golpe de Estado; y los responsables queden impunes”.
Sin embargo, ante palabras similares de la canciller alemana Angela Merkel, la blodeguera guardó silencio. La Merkel declaró recientemente: “Internet no es un espacio sin ley”, y abundó: “Nos preocuparemos siempre que, como en el caso de la pornografía infantil, sea posible borrar ese tipo de páginas para proteger a la gente de los peligros”, y pidió a los ciudadanos hacer un uso "consciente" de las nuevas tecnologías al tiempo que criticó herramientas como Google Street View, que permite ver calles y edificios completos e instó a demandar a Google por ello pues “la gente debe ver garantizada ampliamente su seguridad”. La Merkel, además, se opone a la iniciativa de Google de ofrecer literatura gratis en la web.
Y entonces, ¿por qué la blodeguera no la emprende contra la canciller germana? ¿Va a ofrecerse a entrenar en ciber disidencia a los alemanes? No… qué va… ya se sabe que los alemanes son sus amiguitos…
Además, nuestra blodeguera tiene muy claro, clarito clarito, cuál es su deber en la ciber batalla, pues el último reporte del Comando Sur, el informe titulado Entorno de Operaciones Conjuntas –una estimación de inteligencia sobre posibles escenarios de guerra para las fuerzas armadas norteamericanas–, ha puesto en blanco y negro que “los mayores retos potenciales para el actual status quo son Cuba y Venezuela”.
Como antes advertí, nuestra Única, Híper, Súper, Cíber Blodeguera anda a las desesperadas buscando otro empleo. Al parecer, viendo que en el último minuto Reporteros Sin Fronteras desechó su candidatura para el Premio a la Ciberdisidencia y le dio el billete a su rival iraní, la blodeguera anticubana ha decidido potenciar sus cotizaciones apostando por una postura antivenezolana. Se trata del intento de demostrar que sí, que ella podría ser útil, aunque en Cuba a nadie le importe un comino su twittería sobre la falta de papas y sombrillas en La Habana.
Ayer ella twitteaba: “He leído con alarma de restricciones de acceso a Internet para los venezolanos. Me brindo para enseñar a usar Twitter por sms.” Nótese que en sus 125 caracteres, ninguno anuncia que el cursito resultaría gratis…
Esas supuestas restricciones no son sino una manipulación que hace la blodeguera –alineada junto a la ultra derecha venezolana–, de las palabras de Hugo Chávez cuando dijo: “Internet no puede ser una cosa libre donde se haga y se diga lo que sea, no, cada país tiene que poner sus reglas y normas”.
Lo cierto es que en días pasados una web venezolana difundió falsas y mal intencionados noticias sobre la supuesta muerte en atentados de varios dirigentes de la revolución bolivariana.
Sobre ello, el diputado Ricardo Capella comentó: “no se debe permitir que a través de Internet se instigue a la violencia, al magnicidio y al golpe de Estado; y los responsables queden impunes”.
Sin embargo, ante palabras similares de la canciller alemana Angela Merkel, la blodeguera guardó silencio. La Merkel declaró recientemente: “Internet no es un espacio sin ley”, y abundó: “Nos preocuparemos siempre que, como en el caso de la pornografía infantil, sea posible borrar ese tipo de páginas para proteger a la gente de los peligros”, y pidió a los ciudadanos hacer un uso "consciente" de las nuevas tecnologías al tiempo que criticó herramientas como Google Street View, que permite ver calles y edificios completos e instó a demandar a Google por ello pues “la gente debe ver garantizada ampliamente su seguridad”. La Merkel, además, se opone a la iniciativa de Google de ofrecer literatura gratis en la web.
Y entonces, ¿por qué la blodeguera no la emprende contra la canciller germana? ¿Va a ofrecerse a entrenar en ciber disidencia a los alemanes? No… qué va… ya se sabe que los alemanes son sus amiguitos…
Además, nuestra blodeguera tiene muy claro, clarito clarito, cuál es su deber en la ciber batalla, pues el último reporte del Comando Sur, el informe titulado Entorno de Operaciones Conjuntas –una estimación de inteligencia sobre posibles escenarios de guerra para las fuerzas armadas norteamericanas–, ha puesto en blanco y negro que “los mayores retos potenciales para el actual status quo son Cuba y Venezuela”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario