Por M. H. Lagarde
El gobierno cubano aseguró el pasado lunes que “las medidas anunciadas por Estados Unidos de permitir que empresas de Internet puedan ofrecer servicios a la isla no constituyen una flexibilización del bloqueo, sino que son una maniobra agresiva”.
“Al anunciar la medida, el Gobierno de Estados Unidos expresó claramente que su objetivo es usar esos servicios como herramienta de subversión y desestabilización“.
La aseveración cubana, presentada a la AP por escrito por la Directora de América del Norte de la cancillería, Josefina Vidal Ferreiro, es curiosamente compartida por un artículo publicado por el periódico de la mafia de Miami bajo el titulo “La guerra cibernética”.
En dicho texto la comentarista Mercedes Soler asegura:
“Hoy en día cualquier estrategia militar reconoce que para ganar aunque sea escaramuzas, también hay que transformar corazones y conquistar mentes. He ahí el desarrollo de la propaganda de guerra. Debido a ello, entre las armas más poderosas de los arsenales modernos, la más necesaria para asegurar la victoria en cualquier embate ideológico no contiene pólvora, agentes bioquímicos, ni tan siquiera ojivas nucleares. Se trata simplemente del control (o descontrol) de la informática”.
En la guerra de Internet que pretende facilitar el OFAC a los países que no se doblegan a los mandatos del gobierno estadounidense, agrega Soler: “El acceso a este software pudiese ayudar a los iraníes, sudaneses y cubanos a consolidar movimientos políticos, a esquivar controles físicos y a conectarse con el mundo exterior. Precisamente ésa es la labor de una red, enlazar eslabones humanos con ideales y propósitos similares” (…) Esa es la promesa de esta tecnología.
Es el arma más democratizadora inventada hasta ahora, aunque se preste para miles de abusos. El gobierno cubano lo entiende. Por eso hace tres meses que mantiene arrestado a un subcontratista estadounidense de USAID que repartía ordenadores, celulares…"
Como era de esperarse en el caso cubano, en la utilización de la red como medio de subversión juega, según la comentarista del diario de Sur de la Florida, un papel protagónico la bloguera mercenaria Yoani Sánchez:
” Los blogueros cubanos, encabezados por la célebre Yoani Sánchez, ya están desafiando la censura estatal y blogueando abiertamente sobre sus difíciles condiciones diarias. Las restricciones cibernautas que todavía enfrentan, sin embargo, los limitan. Nadie mejor que ellos entiende el poder liberador que representa la Internet. Si ya les dio voz, también puede ofrecerles protagonismo. Cuando puedan transmitir directamente vía Webcams a un huelguista de hambre como Guillermo Fariñas postrado y denunciante, frente a la camarita de su computadora, en tiempo real, para que cualquiera tenga acceso a su transmisión, incluso el propio estado que lo oprime, entonces el mundo entero será cómplice de su muerte o partícipe de su triunfo. En el momento en que los cubanos puedan convocar a una manifestación vía IM y cambiar horarios o ubicación instantáneamente para burlar al aparato de inteligencia con su propio juego, se podrán esperar cambios reales”.
Estados Unidos reconoce que usa Internet para interferir internamente en otros países
El gobierno cubano aseguró el pasado lunes que “las medidas anunciadas por Estados Unidos de permitir que empresas de Internet puedan ofrecer servicios a la isla no constituyen una flexibilización del bloqueo, sino que son una maniobra agresiva”.
“Al anunciar la medida, el Gobierno de Estados Unidos expresó claramente que su objetivo es usar esos servicios como herramienta de subversión y desestabilización“.
La aseveración cubana, presentada a la AP por escrito por la Directora de América del Norte de la cancillería, Josefina Vidal Ferreiro, es curiosamente compartida por un artículo publicado por el periódico de la mafia de Miami bajo el titulo “La guerra cibernética”.
En dicho texto la comentarista Mercedes Soler asegura:
“Hoy en día cualquier estrategia militar reconoce que para ganar aunque sea escaramuzas, también hay que transformar corazones y conquistar mentes. He ahí el desarrollo de la propaganda de guerra. Debido a ello, entre las armas más poderosas de los arsenales modernos, la más necesaria para asegurar la victoria en cualquier embate ideológico no contiene pólvora, agentes bioquímicos, ni tan siquiera ojivas nucleares. Se trata simplemente del control (o descontrol) de la informática”.
En la guerra de Internet que pretende facilitar el OFAC a los países que no se doblegan a los mandatos del gobierno estadounidense, agrega Soler: “El acceso a este software pudiese ayudar a los iraníes, sudaneses y cubanos a consolidar movimientos políticos, a esquivar controles físicos y a conectarse con el mundo exterior. Precisamente ésa es la labor de una red, enlazar eslabones humanos con ideales y propósitos similares” (…) Esa es la promesa de esta tecnología.
Es el arma más democratizadora inventada hasta ahora, aunque se preste para miles de abusos. El gobierno cubano lo entiende. Por eso hace tres meses que mantiene arrestado a un subcontratista estadounidense de USAID que repartía ordenadores, celulares…"
Como era de esperarse en el caso cubano, en la utilización de la red como medio de subversión juega, según la comentarista del diario de Sur de la Florida, un papel protagónico la bloguera mercenaria Yoani Sánchez:
” Los blogueros cubanos, encabezados por la célebre Yoani Sánchez, ya están desafiando la censura estatal y blogueando abiertamente sobre sus difíciles condiciones diarias. Las restricciones cibernautas que todavía enfrentan, sin embargo, los limitan. Nadie mejor que ellos entiende el poder liberador que representa la Internet. Si ya les dio voz, también puede ofrecerles protagonismo. Cuando puedan transmitir directamente vía Webcams a un huelguista de hambre como Guillermo Fariñas postrado y denunciante, frente a la camarita de su computadora, en tiempo real, para que cualquiera tenga acceso a su transmisión, incluso el propio estado que lo oprime, entonces el mundo entero será cómplice de su muerte o partícipe de su triunfo. En el momento en que los cubanos puedan convocar a una manifestación vía IM y cambiar horarios o ubicación instantáneamente para burlar al aparato de inteligencia con su propio juego, se podrán esperar cambios reales”.
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