› B. Hussein, deeply disturbed
› Libertad para los presos políticos de Estados Unidos
› Demonizar a Cuba
Por M. H. Lagarde
En una declaración de cuatro párrafos publicada por la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama le ha dado un espaldarazo a los mercenarios que el gobierno que él dirige alienta y subvenciona en la Isla.
"Sigo comprometido con el respaldo al simple deseo del pueblo cubano de determinar libremente su futuro y gozar de los derechos y libertades que definen al continente americano (...) y la intensificación del hostigamiento a quienes se atreven a expresar los deseos de sus conciudadanos cubanos son sumamente preocupantes'', dijo el Presidente.
"Estos sucesos destacan que, en vez de aprovechar la oportunidad de entrar a una nueva era, las autoridades cubanas siguen respondiendo a las aspiraciones del pueblo cubano con el puño cerrado'', agregó.
"Hoy sumo mi voz a la de personas valientes en toda Cuba y un coro cada vez más numeroso en todo el mundo que exigen el fin de la represión, la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y el respeto a los derechos básicos del pueblo cubano'', declaró también el Presidente.
Al intentar confundir al ínfimo grupito de mercenarios que financia, controla y dirige la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, con el pueblo de Cuba, Obama no deja lugar a duda sobre dónde es que se programa la campaña mediática organizada contra Cuba en los últimos días.
Con estas declaraciones el presidente confirma, además, que el papel de sus diplomáticos, organizando y dirigiendo en las calles de La Habana las provocaciones de los familiares de los mercenarios presos en Cuba, nos es un "libretazo" de la CIA sobre el cual no podrá decir después que él no sabía nada, sino parte esencial de la política de su administración.
Sus asesores, o la derecha cubanoamericana que lo presiona, debían recordarle al mandatario estadounidense que no existe cambio alguno en remedar el accionar de una decena de fracasadas administraciones norteamericanas que, al sostener políticas similares de hostigamiento contra la Isla, lo único que consiguieron fue intensificar la resistencia de ese mismo pueblo al que el actual presidente, cínicamente, confunde con sus mercenarios.
› Libertad para los presos políticos de Estados Unidos
› Demonizar a Cuba
Por M. H. Lagarde
En una declaración de cuatro párrafos publicada por la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama le ha dado un espaldarazo a los mercenarios que el gobierno que él dirige alienta y subvenciona en la Isla.
"Sigo comprometido con el respaldo al simple deseo del pueblo cubano de determinar libremente su futuro y gozar de los derechos y libertades que definen al continente americano (...) y la intensificación del hostigamiento a quienes se atreven a expresar los deseos de sus conciudadanos cubanos son sumamente preocupantes'', dijo el Presidente.
"Estos sucesos destacan que, en vez de aprovechar la oportunidad de entrar a una nueva era, las autoridades cubanas siguen respondiendo a las aspiraciones del pueblo cubano con el puño cerrado'', agregó.
"Hoy sumo mi voz a la de personas valientes en toda Cuba y un coro cada vez más numeroso en todo el mundo que exigen el fin de la represión, la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y el respeto a los derechos básicos del pueblo cubano'', declaró también el Presidente.
Al intentar confundir al ínfimo grupito de mercenarios que financia, controla y dirige la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, con el pueblo de Cuba, Obama no deja lugar a duda sobre dónde es que se programa la campaña mediática organizada contra Cuba en los últimos días.
Con estas declaraciones el presidente confirma, además, que el papel de sus diplomáticos, organizando y dirigiendo en las calles de La Habana las provocaciones de los familiares de los mercenarios presos en Cuba, nos es un "libretazo" de la CIA sobre el cual no podrá decir después que él no sabía nada, sino parte esencial de la política de su administración.
Sus asesores, o la derecha cubanoamericana que lo presiona, debían recordarle al mandatario estadounidense que no existe cambio alguno en remedar el accionar de una decena de fracasadas administraciones norteamericanas que, al sostener políticas similares de hostigamiento contra la Isla, lo único que consiguieron fue intensificar la resistencia de ese mismo pueblo al que el actual presidente, cínicamente, confunde con sus mercenarios.
Nada va a cambiar con EE.UU. hasta que ellos no tengan su propia revolución. No se puede creer en nada de lo que digan, aquí han condicionado a la gente a tener "buen comportamiento" sin ningún desarrollo emocional. Así que cuando hablen bonito (la mayoría, por supuesto que hay excepciones)es sólo retórica, un ejercicio estilístico y lingüístico sin contenido. Hablarle a la gente de conciencia es como hablarle en chino, hay que llevarle arte real para tocar esa fibra y que ellos descubran la realidad.
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