¡Abajo las tiñosas blancas!

Por Tina Sánchez Escobar

Una vez más, las Damas del Imperio salieron en fila organizada de dos en dos, con sus vestimentas blancas y gladiolo en mano, a marchar por las calles de La Habana en una jornada intensa que les han preparado sus amigos de las SINA, quienes les pagan, en mi opinión, bastante poco para traicionar a sus hermanos, los cubanos.
Me encontraba comprando en la Feria de Carlos III cuando las vi pasar. Me sumé, como muchos más, para ver con mis propios ojos en qué terminaba la obra de teatro que han practicado repetidas veces en los últimos días.
Al principio, marcharon silenciosamente, después comenzaron a entusiasmarse y a gritar un poco desorganizadas ¡Libertad!. Hasta ahí llegó la paciencia del público en esta última puesta en escena de las "damitas". La primera respuesta fue la de una madre, que apresuró el paso de sus dos hijos pequeños, para decirle a toda voz ¡Mercenarias! ¡Deberían besar el suelo por donde caminan, esta revolución se los ha dado todo!
Después de esto, a medida que las Damas avanzaban por Ayestarán, fue incontenible lo que vino. Cientos de personas se sumaron a la marcha y comenzaron a gritar sin parar ¡Libertad pero para los Cinco Héroes!, ¡Traidoras!, ¡Viva Fidel! ¡Viva Raúl! ¡Esta calle es de Fidel y esa acera por donde van ustedes, también!
Otro compañero, que se llevó el premio de la popularidad en consignas en defensa de esta patria gritó: ¡Abajo las tiñosas blancas! ¡Abajo!, respondieron los seguidores.
Otro hombre paró su Lada en medio del tráfico y grito: ¡Vende Patria!, ¡Esta revolución no la tumba nadie!
Niños y adolescentes de la barriada del Cerrro se sumaron a la fiesta en defensa de Cuba que, sin querer, organizaron para nosotros las Damas de Verde$.
Una muchacha le dijo a la Pollán ¿por qué no te quitas las gafas para verte bien los ojos de mercenaria? Pero la vieja "damita " no tuvo el valor de quitarse los caros espejuelos.
Otro joven, que lucía orgulloso su gorra de Industriales, les preguntó: ¡Ven acá mija cuánto les pagan a ustedes por esto! Alguien respondió, de 15 a 30 dólares por "dama". Una morena gritó sorprendida, ¡y marchan por esa basura, que solo alcanza para ir a la tienda reciclada! ¡Traidoras!, ¡Miserables!
Y es que precisamente eso son: unas miserables e ignorantes, incapaces de pensar que las utilizan como fichas baratas que mueve el imperialismo a su antojo. Ellas deben aguantar toda la vergüenza que representa que tus hermanos conozcan que tienes precio, que por comer y vestir de blanco, vendes a tu país, por el mero hecho de no querer sacrificarte junto a los tuyos para ganarte el pan de cada día.
Nadie resumió mejor, en esta marchita de las "artistas de blanco", el papel que le han dado a interpretar a estas mujeres que un joven que gritó:
¡Viejas jineteras, han vendido a sus propios hijos, por dinero!