El Gobierno de EE.UU. pidió hoy a las autoridades cubanas que liberen "inmediatamente" al contratista estadounidense Alan Gross, detenido en La Habana desde el pasado 4 de diciembre, al que Cuba acusa de ser un espía.
Alan P. Gross fue detenido en la isla el pasado 3 de diciembre por distribuir ordenadores portátiles, móviles y otros equipos tecnológicos en la isla. EFE/Archivo
El subsecretario de Estado adjunto de EE.UU. para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, quien encabezó la delegación estadounidense que mantuvo hoy una segunda ronda de conversaciones sobre asuntos migratorios con las autoridades cubanas, hizo esta solicitud al margen de la reunión, informó el departamento de Estado.
Gross, de 60 años, es un subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) y trabaja para la empresa Development Alternatives (DAI), con sede en Maryland, que se dedica a labores de desarrollo en otros países.
El detenido distribuía en La Habana ordenadores portátiles, móviles y otros equipos tecnológicos en la isla.
En enero, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón dijo que Gross trabaja para una empresa "que contrata para los servicios secretos norteamericanos", y el presidente cubano, Raúl Castro, afirmó en un discurso que el detenido había sido denominado "eufemísticamente" por EE.UU. como un "contratista" del Gobierno.
Castro también indicó que ese ciudadano se dedicaba al "abastecimiento ilegal con sofisticados medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de la 'sociedad civil'" que Washington aspira a conformar en contra del pueblo cubano.
El Gobierno estadounidense negó, sin embargo, que Gross estuviera vinculado con sus agencias de espionaje y aseguró que se dedicaba a conectar a Internet a los ciudadanos cubanos, igual que "la mayoría del resto del mundo", indicó en enero el portavoz del departamento de Estado, Philip Crowley.
La petición formal por parte de EE.UU. a las autoridades cubanas para que liberen a Gross se produce después de que la esposa de él, Judy Gross, pidiera en declaraciones a Efe "un acuerdo mutuo" entre los representantes de los Gobiernos de La Habana y Washington para conseguir la vuelta a casa de su marido.
Según su esposa, desde que fue detenido, tan sólo ha podido hablar "muy brevemente" con él en tres ocasiones y representantes del departamento de Estado lo han visitado dos veces.
Por otro lado, el comunicado del departamento de Estado también destacó las conversaciones entre Cuba y EE.UU. en áreas de cooperación exitosa en asuntos migratorios e identificó los asuntos que han sido obstáculos para la plena ejecución de los acuerdo, explicó.
"EE.UU. ve estas conversaciones como una vía para lograr resultados prácticos y positivos que contribuyan a la implementación plena de los acuerdos y a la seguridad de los ciudadanos de ambos países", concluyó Crowley. (EFE)
Alan P. Gross fue detenido en la isla el pasado 3 de diciembre por distribuir ordenadores portátiles, móviles y otros equipos tecnológicos en la isla. EFE/Archivo
El subsecretario de Estado adjunto de EE.UU. para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, quien encabezó la delegación estadounidense que mantuvo hoy una segunda ronda de conversaciones sobre asuntos migratorios con las autoridades cubanas, hizo esta solicitud al margen de la reunión, informó el departamento de Estado.
Gross, de 60 años, es un subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) y trabaja para la empresa Development Alternatives (DAI), con sede en Maryland, que se dedica a labores de desarrollo en otros países.
El detenido distribuía en La Habana ordenadores portátiles, móviles y otros equipos tecnológicos en la isla.
En enero, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón dijo que Gross trabaja para una empresa "que contrata para los servicios secretos norteamericanos", y el presidente cubano, Raúl Castro, afirmó en un discurso que el detenido había sido denominado "eufemísticamente" por EE.UU. como un "contratista" del Gobierno.
Castro también indicó que ese ciudadano se dedicaba al "abastecimiento ilegal con sofisticados medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de la 'sociedad civil'" que Washington aspira a conformar en contra del pueblo cubano.
El Gobierno estadounidense negó, sin embargo, que Gross estuviera vinculado con sus agencias de espionaje y aseguró que se dedicaba a conectar a Internet a los ciudadanos cubanos, igual que "la mayoría del resto del mundo", indicó en enero el portavoz del departamento de Estado, Philip Crowley.
La petición formal por parte de EE.UU. a las autoridades cubanas para que liberen a Gross se produce después de que la esposa de él, Judy Gross, pidiera en declaraciones a Efe "un acuerdo mutuo" entre los representantes de los Gobiernos de La Habana y Washington para conseguir la vuelta a casa de su marido.
Según su esposa, desde que fue detenido, tan sólo ha podido hablar "muy brevemente" con él en tres ocasiones y representantes del departamento de Estado lo han visitado dos veces.
Por otro lado, el comunicado del departamento de Estado también destacó las conversaciones entre Cuba y EE.UU. en áreas de cooperación exitosa en asuntos migratorios e identificó los asuntos que han sido obstáculos para la plena ejecución de los acuerdo, explicó.
"EE.UU. ve estas conversaciones como una vía para lograr resultados prácticos y positivos que contribuyan a la implementación plena de los acuerdos y a la seguridad de los ciudadanos de ambos países", concluyó Crowley. (EFE)
Eso se resuelve facil:EEUU libera a los 5 antiterroristas y Cuba libera al espia.Sencillo,dando y dando.
ResponderEliminar¿Y qué hay de los 5 héroes aislados y torturados en las mazmorras yanquis, por el "grave delito" de proteger al pueblo estadounidense y cubano de las acciones terroristas del fascismo miamense?
ResponderEliminar¡Te pillaron con el carrito de los helados, Gross!
¡5 por 1, Raúl!