Dos ejemplos recientes ilustran la torpeza de la política exterior de Estados Unidos con respecto a Cuba y América Latina, lo que pudiéramos llamar «las nuevas meteduras de pata de Washington».
Con respecto a Cuba, se acaba de publicar en la prensa la noticia de la detención en La Habana por las autoridades cubanas, de un ciudadano norteamericano que posaba como un «inocente turista» cuando en realidad estaba actuando en actividades consideradas ilegales por el gobierno de la isla, como el de distribuir sin autorización, teléfonos celulares de alta tecnología y sofisticadas computadoras portátiles, a ciudadanos cubanos que forman parte de la llamada «Disidencia» o son practicantes de la nueva modalidad opositora conocida como el «Ciberchancleteo».
La identidad del norteamericano arrestado en La Habana, no ha sido revelada hasta ahora por el Departamento de Estado ni por las autoridades cubanas. Solo se le señala eufemísticamente como un «Contratista», es decir una persona contratada por una empresa que opera bajo el nombre de «Development Alternatives Inc.» con base en Bethesda, Estado de Maryland.
Se trata de una entidad «privada» que recibe fondos de la USAID, y de la «National Endowment for Demócracy», dos agencias del gobierno de Estados Unidos que han servido de instrumento para distribuir anualmente unos 40 millones de dólares a la oposición interna en Cuba. › Leer Más
Con respecto a Cuba, se acaba de publicar en la prensa la noticia de la detención en La Habana por las autoridades cubanas, de un ciudadano norteamericano que posaba como un «inocente turista» cuando en realidad estaba actuando en actividades consideradas ilegales por el gobierno de la isla, como el de distribuir sin autorización, teléfonos celulares de alta tecnología y sofisticadas computadoras portátiles, a ciudadanos cubanos que forman parte de la llamada «Disidencia» o son practicantes de la nueva modalidad opositora conocida como el «Ciberchancleteo».
La identidad del norteamericano arrestado en La Habana, no ha sido revelada hasta ahora por el Departamento de Estado ni por las autoridades cubanas. Solo se le señala eufemísticamente como un «Contratista», es decir una persona contratada por una empresa que opera bajo el nombre de «Development Alternatives Inc.» con base en Bethesda, Estado de Maryland.
Se trata de una entidad «privada» que recibe fondos de la USAID, y de la «National Endowment for Demócracy», dos agencias del gobierno de Estados Unidos que han servido de instrumento para distribuir anualmente unos 40 millones de dólares a la oposición interna en Cuba. › Leer Más
› USAID's ‘METAMORPHOSIS’: de AYUDA HUMANITARIA a AGENCIA DE GUERRA...
No podrán con la revolución cubana, pues representa la esperanza de los que creemos que es el ejemplo de que otra sociedad – más justa –es posible. Hasta la victoria.
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