J.P /laRepublica.es
Los grandes imperios mediáticos del mundo han emprendido una ofensiva sin cuartel contra la Revolución Cubana, ofreciendo una espectacular cobertura a cualquier movimiento de los blogueros mercenarios como Yoani Sánchez o su esposo, quienes reciben una suma espectacular de dinero por los artículos que escriben contra el gobierno cubano y contra una supuesta censura que no parece ser tal a tenor de la amplia cobertura que obtienen en todo el mundo.
La pasada semana fue Yoani la que denunció haber sido retenida agredida por agentes cubanos, pero no sólo no aportó ninguna prueba sino que los médicos que la atendieron
- entrevistados por LA REPÚBLICA - no encontraron evidencias de ningún tipo de agresión. Posteriormente sería su esposo, Reinaldo Escobar, el que denunciaría agresiones y golpes por parte de una multitud que reaccionó a la provocación del bloguero profiriendo gritos a favor de la Revolución Cubana. Sin embargo, Escobar no sufrió ni un rasguño por parte de esa supuesta "turba incontrolada".
Coinciden estos hechos además con que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, elevó a los altares del imperialismo a Yoani Sánchez al contestar a una serie de preguntas que le hizo la bloguera y felicitarla por su blog anticastrista. Se da la circunstancia que Obama no dudó en contestar a las preguntas de la bloguera mercenaria pero aún no ha contestado a una serie de preguntas que meses atrás le había remitido el propio Fidel Castro. Preguntas como "¿Es correcto que el Presidente de Estados Unidos ordene el asesinato de cualquier persona en el mundo, sea cual fuere el pretexto?", "Es ético que el Presidente de Estados Unidos ordene torturar a otros seres humanos?", "¿Es el terrorismo de estado un instrumento que debe utilizar un país tan poderoso como Estados Unidos para que exista la paz en el planeta?", o "¿Es buena y honorable una Ley de Ajuste que se aplica como castigo a un solo país, Cuba, para desestabilizarlo, aunque cueste la vida a niños y madres inocentes? Si es buena, ¿por qué no se aplica el derecho automático de residencia a los haitianos, dominicanos y demás países del Caribe, y se hace lo mismo con los mexicanos, centroamericanos y suramericanos, que mueren como moscas en el muro de la frontera mexicana o en aguas del Atlántico y el Pacífico?", entre otras.
Sin embargo, el apoyo gubernamental a los blogueros a sueldo no viene solo de EEUU. Al parecer, en España, el Congreso de los Diputados debatirá la próxima semana su apoyo a Yoani Sánchez, la "defensora de la libertad y contra la supuesta persecución "que el régimen cubano mantiene sobre Yoani Sánchez y otros demócratas del país caribeño".
Es curioso que se vaya a debatir el apoyo a alguien que dice ser censurada y tiene toda la cobertura mediática internacional, a quien dice ser agredida pero no ha podido demostrar las agresiones, y a quien dice ser defensora de la libertad y la democracia en Cuba pero no duda con aliarse con EEUU, un país que durante 50 años ha agredido militar y económicamente a su país.
› Tomado de la.republica.es
› Las heridas de la mercenaria
Los grandes imperios mediáticos del mundo han emprendido una ofensiva sin cuartel contra la Revolución Cubana, ofreciendo una espectacular cobertura a cualquier movimiento de los blogueros mercenarios como Yoani Sánchez o su esposo, quienes reciben una suma espectacular de dinero por los artículos que escriben contra el gobierno cubano y contra una supuesta censura que no parece ser tal a tenor de la amplia cobertura que obtienen en todo el mundo.
La pasada semana fue Yoani la que denunció haber sido retenida agredida por agentes cubanos, pero no sólo no aportó ninguna prueba sino que los médicos que la atendieron
- entrevistados por LA REPÚBLICA - no encontraron evidencias de ningún tipo de agresión. Posteriormente sería su esposo, Reinaldo Escobar, el que denunciaría agresiones y golpes por parte de una multitud que reaccionó a la provocación del bloguero profiriendo gritos a favor de la Revolución Cubana. Sin embargo, Escobar no sufrió ni un rasguño por parte de esa supuesta "turba incontrolada".
Coinciden estos hechos además con que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, elevó a los altares del imperialismo a Yoani Sánchez al contestar a una serie de preguntas que le hizo la bloguera y felicitarla por su blog anticastrista. Se da la circunstancia que Obama no dudó en contestar a las preguntas de la bloguera mercenaria pero aún no ha contestado a una serie de preguntas que meses atrás le había remitido el propio Fidel Castro. Preguntas como "¿Es correcto que el Presidente de Estados Unidos ordene el asesinato de cualquier persona en el mundo, sea cual fuere el pretexto?", "Es ético que el Presidente de Estados Unidos ordene torturar a otros seres humanos?", "¿Es el terrorismo de estado un instrumento que debe utilizar un país tan poderoso como Estados Unidos para que exista la paz en el planeta?", o "¿Es buena y honorable una Ley de Ajuste que se aplica como castigo a un solo país, Cuba, para desestabilizarlo, aunque cueste la vida a niños y madres inocentes? Si es buena, ¿por qué no se aplica el derecho automático de residencia a los haitianos, dominicanos y demás países del Caribe, y se hace lo mismo con los mexicanos, centroamericanos y suramericanos, que mueren como moscas en el muro de la frontera mexicana o en aguas del Atlántico y el Pacífico?", entre otras.
Sin embargo, el apoyo gubernamental a los blogueros a sueldo no viene solo de EEUU. Al parecer, en España, el Congreso de los Diputados debatirá la próxima semana su apoyo a Yoani Sánchez, la "defensora de la libertad y contra la supuesta persecución "que el régimen cubano mantiene sobre Yoani Sánchez y otros demócratas del país caribeño".
Es curioso que se vaya a debatir el apoyo a alguien que dice ser censurada y tiene toda la cobertura mediática internacional, a quien dice ser agredida pero no ha podido demostrar las agresiones, y a quien dice ser defensora de la libertad y la democracia en Cuba pero no duda con aliarse con EEUU, un país que durante 50 años ha agredido militar y económicamente a su país.
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