miércoles, 30 de septiembre de 2009

Mercenarios en la SINA ¿Se acabaron las gratuidades?

Por M. H. Lagarde

Según mi blog favorito, El Nuevo Herald, los llamados “disidentes” cubanos continúan visitando la SINA. La publicación del Sur de la Florida asegura que el portavoz de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA) corroboró la reunión de dichos representantes de la sociedad civil (¿estadounidense en La Habana?) con la subsecretaria de Estado adjunta para Latinoamérica. Bisa Williams.
El encuentro se realizó "para tener una valoración de la situación política y económica de la isla''. Según El Camaján, alias Elizardo Sánchez, dijo a Agence France Press, Willliams se reunió con los disidentes el 21 de septiembre en las instalaciones de la SINA, con la participación de una docena de mercenarios entre los que estaban, además de él, Marta Beatriz Roque, Oscar Espinosa Chepe y Vladimiro Roca.
"Ellos querían escucharnos. Marcaron un poco la diferencia en relación con la Unión Europea, que insiste en hablar solo con el gobierno. En cambio, la funcionaria habló con las autoridades, pero también con la sociedad civil", comentó Sánchez.
En la imagen con que el Herald ilustra su nota informativa (no se aclara si es de archivo o corresponde a la reunión de marras) los rostros de la tía McPato y de Vladimiro Roca dicen más que tres artículos del Herald.
Visiblemente preocupados, podría pensarse que los mercenarios presentes en la cita no convencieron a la subsecretaria de Estado adjunta para Latinoamérica Bisa Williams con su panorama "de la situación política y económica de la isla".
Sin embargo, fuentes que han pedido permanecer en el anonimato, aseguran que la foto del Herald fue tomada probablemente en el preciso momento en que se les informó a los mercenarios que no se les invitaría a una fiesta que ofrecería la SINA, días después, para personalidades de la sociedad (¿no civil?) cubana.
La decepción de los mercenarios es comprensible si se tiene en cuenta que el “restaurant gratuito” de la SINA había funcionado hasta hace poco como uno de los principales incentivos de su labor contrarrevolucionaria.
Nada, que todo cambia. Y al parecer a los mercenarios se le acabaron las gratuidades.

› A comer y a gozar en la SINA sin pagar

No hay comentarios:

Publicar un comentario