El mandatario, acompañado de familiares de Almeida, depositó una flor junto a una imagen del destacado luchador revolucionario situada junto a una gran bandera cubana en un salón del Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución, en esta capital.
Seguidamente, lo hicieron los también Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García y el resto de los miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y altos dirigentes del Gobierno.
Una Guardia de Honor permanece junto a la efigie mientras miles de cubanos, situados desde muy temprano en la Plaza, iniciaron su paso por el salón rindiendo tributo al combatiente que estuvo vinculado a todos los hechos trascendentes del proceso revolucionario.
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