viernes, 31 de julio de 2009

Obama puso la cerveza

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo el jueves de anfitrión en una "cumbre de la cerveza" con los principales protagonistas de un incidente con ribetes raciales que él espera sea una "lección positiva" y contribuya al diálogo nacional sobre racismo.
Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, dijo que fue una conversación "amistosa, amable" sobre la cerveza en la Casa Blanca con el académico de Harvard Henry Louis Gates, que es negro, y el sargento de la policía James Crowley, que es blanco.
"Siempre he pensado que lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa", dijo Obama en un comunicado luego de la reunión en un jardín de la Casa Blanca junto al Salón Oval.
"Tengo esperanzas de que todos nosotros hayamos sido capaces de extraer una lección positiva de este episodio", agregó el mandatario.
Crowley dijo que fue una discusión íntima y franca, y agregó que él y Gates tenían perspectivas diferentes.
"Pienso que lo que tuvimos hoy fue a dos caballeros que aceptaron no estar de acuerdo en un tema en particular", dijo Crowley a periodistas. "No creo que hayamos pasado mucho tiempo pensando en el pasado. Pasamos mucho tiempo discutiendo el futuro", agregó.
Al preguntársele sobre cuál había sido la contribución a la reunión, Crowley dijo: "El puso la cerveza".
Gates señaló que él y Crowley debían usar su encuentro "para fomentar una mayor compasión entre los ciudadanos estadounidenses por los peligros diarios de la policía por un lado, y por los genuinos temores a los estereotipos raciales por otro".
La aprobación de Obama ha caído desde el 61 por ciento a mediados de junio al 54 por ciento actual, en parte debido a su manejo de la situación Gates-Crowley, según mostró una encuesta de Pew Research Center.
El menú para la reunión alrededor de la mesa en una cálida tarde de Washington incluyó a la cerveza preferida de cada uno de los asistentes: Bud Light para Obama, Blue Moon para Crowley, y Sam Adams Light para Gates.
El vicepresidente Joe Biden, quien también participó del encuentro, bebió una Buckler sin alcohol.
Gates y Crowley llevaron a sus familias a la Casa Blanca y recorrieron el Ala Este juntos antes de sentarse a la mesa con Obama.
El tema racial sigue siendo un tema destacado y sensible en Estados Unidos, que ha luchado por dejar atrás un legado de esclavitud, segregación y discriminación.
Si el presidente pretende resolver cada disputa racial empinando el codo con los contendientes corre el riesgo de convertir a la Casa Blanca en el bar más concurrido de los Estados Unidos.

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