El caso de los cinco es más escandaloso dada la complacencia de las autoridades de Estados Unidos con los terroristas de origen cubano. Mientras la Corte Suprema les niega la sal y el agua a los patriotas, el multiasesino Luis Posada Carriles goza de todas las libertades en Miami y hasta se da el lujo de organizar desde allí un atentado contra el presidente Hugo Chávez. Y no es el único. Es norma que los autores de acciones terroristas contra Cuba disfruten, con todas las seguridades y garantías, las delicias de su plácido refugio miamense.
Obama, cuyo cambio hacia Cuba se ha limitado a derogar las repudiables restricciones de Bush a las remesas y viajes de los cubanoestadunidenses –el bloqueo sigue intacto–, está investido de facultades constitucionales para dar dos pasos que harían creíbles sus dichos de que va a imprimir una tónica nueva a las relaciones con la isla. Puede liberar a los cinco mediante una orden presidencial e instruir al procurador general que acceda a la solicitud de extradición de Posada Carriles presentada por Venezuela. En sus manos está.› Leer Más
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