Armengol en El Nuevo Herald: El mismo informe del Departamento de Estado, que señala que TV Martí no se ve en Cuba, contiene un dato curioso: la famosa valla anunciadora colocada en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana no despierta la atención de los transeúntes, pero hace que aumente el calor y produce un zumbido molesto en los despachos del jefe de sección y su segundo. De nuevo la farsa se mezcla con la tragedia en el caso cubano. Encerrado en el cuarto, pasando calor, el ruido de la radio y la televisión que no se ve.
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