El pasado día 3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, los grandes medios de comunicación dieron una importante cobertura a la presentación de la lista de países donde, según organizaciones como Reporteros sin Fronteras, se viola la libertad de prensa (1).
Reporteros sin Fronteras coloca a Cuba en el puesto número 5 entre los llamados “depredadores de la libertad de prensa”, de un total de 173 países (2). Y lo justifica mencionando la existencia de 23 “periodistas independientes” encarcelados en la Isla (3). Hay que recordar que estas personas no fueron condenadas por lo que publicaron, sino por recibir fondos e instrucciones de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana, es decir, por trabajar al servicio de la superpotencia que impone la guerra económica a su propio país. Estos hechos, que Reporteros sin Fronteras denomina “falaz motivo” para su condena, serían objeto de mayores penas si se aplicaran las leyes de EEUU u otros países (4).
Reporteros sin Fronteras también habla en web de la “brutalidad policial” (5) ejercida en Cuba contra estas personas, una acusación sin prueba gráfica alguna. Es curioso que se hable de brutalidad policial en Cuba, donde su población desconoce situaciones tan habituales en tantos países del mundo, como los apaleamientos de la policía o las cargas de los antidisturbios. Muchos de los 156 corresponsales extranjeros acreditados en la Isla llevan años esperando poder tomar dichas imágenes que, sin duda, llenarían portadas de diarios y noticieros de todo el mundo.
Pero, para comprender el porqué de la inclusión de Cuba en dicha lista, es necesario repasar el particular concepto de libertad de prensa impuesto como canon internacional (6).
En el mundo, la inmensa mayoría de las televisiones, radios y diarios pertenecen a dueños privados. Estos medios excluyen las informaciones y opiniones que ponen en cuestión sus intereses empresariales y, en general, la ideología de la libre empresa.
Más del 90 % de la información internacional es distribuída por un pequeño número de agencias de noticias situadas en los países ricos, que responden a la misma ideología capitalista.
Las informaciones y opiniones que puedan dañar la imagen de los grandes anunciantes publicitarios, sostén económico de los medios, no son publicadas.
Y los medios de comunicación son uno de los sectores empresariales donde se violan de una manera más intensa los derechos laborales y sindicales, sin que a la ciudadanía se le informe de ello.
Para los grandes medios, por tanto, la libertad de prensa es la selección, gestión y distribución de la información y las opiniones por parte de una pequeña élite de empresarios y periodistas, que modelan la opinión pública según sus intereses económicos e ideológicos. Para ello, silencian las voces críticas con el sistema capitalista, y dan espacio privilegiado a organizaciones que responden a sus concepciones e intereses. Es el caso de Reporteros sin Fronteras, una organización financiada por grupos mediáticos, por grandes empresas de otros ramos, por organizaciones de extrema derecha como el “Centro para una Cuba libre” de Miami, y por gobiernos de las principales potencias mundiales, como el de EEUU, el de Francia y la Unión Europea (7). Numerosos analistas califican a Reporteros sin Fronteras como “la ONG de los monopolios mediáticos”.
En esta lógica, no es extraño que Cuba esté en su particular lista negra de depredadores de la libertad de prensa en el mundo. Los medios de comunicación en el país caribeño son, en cumplimiento del artículo 53 de su Constitución, aprobada en referendum en 1976 (8), de propiedad exclusivamente pública. Información, entretenimiento y opiniones en los medios cubanos parten de valores, códigos e ideología que son exactamente los contrarios a los de las grandes empresas mediáticas mundiales. Mientras éstas hacen un culto permanente a la libre empresa, al éxito personal, al consumo, a la frivolidad y al individualismo, los medios cubanos resaltan la solidaridad, el sentimiento de propiedad colectiva, la cultura como sinónimo de libertad y la lucha contra los grandes poderes económicos y políticos del mundo. En ambos casos existen unos valores e ideología imperantes, hegemónicos. Pero para Reporteros sin Fronteras, y para los grandes medios, sólo los primeros son compatibles con la llamada “libertad de prensa”.
En el citado Día Internacional de la Libertad de Prensa, los medios también dieron espacio preferente a organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) (9), cartel patronal de los medios privados de América Latina, o a la Freedom House (10), fundación creada por el gobierno de Washington y por varias empresas multinacionales para defender los intereses estadounidenses en todo el mundo. Ambas organizaciones también incluyen a Cuba en sus particulares listas negras de la libertad de prensa.
Mientras, periodistas y organizaciones desvinculadas de los intereses de los monopolios mediáticos, carecieron de espacio alguno en los grandes medios. Es el caso de la Federación Latinoamericana de Periodistas (11), que ha denunciado en numerosas ocasiones las campañas mediáticas contra Cuba y el papel nada neutral de Reporteros sin Fronteras; o el de los responsables del proyecto norteamericano “Censored” (Censurado) (12), que denuncia el silencio sobre ciertos temas de la prensa corporativa de EEUU. Su director, Peter Phillips, denunciaba en 2008 la prohibición del gobierno de EEUU a trabajar en Nueva York a los periodistas cubanos de Prensa Latina (13), mientras destacaba que en Cuba existen corresponsalías de CNN, AP o el Chicago Tribune. Esta denuncia, claro está, no tuvo espacio en ningún medio de difusión masiva.
Teniendo en cuenta sus mecanismos de censura de información y opiniones molestas, los grandes monopolios mediáticos y los gobiernos de las grandes potencias deberían aparecer en las citadas listas como los principales depredadores de la libertad de prensa en el mundo. Pero cuando mencionan la libertad de prensa, la élite propietaria de los medios y sus organizaciones dependientes, como Reporteros sin Fronteras, se están refiriendo a algo bien distinto a la libertad de prensa. Están hablando, sencillamente, de libertad de empresa.
Notas: (1) http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/04/comunicacion/1241448303.html
(2) http://www.rsf.org/article.php3?id_article=29041
(3) http://www.rsf.org/article.php3?id_article=30381
(4) Salim Lamrani, “Las contradicciones de Amnistía Internacional”, Cubainformación, 8 de mayo de 2008 http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=5011&Itemid=65
(5) http://www.rsf.org/article.php3?id_article=13404
(6) Edward Herman y Noam Chomsky. Los guardianes de la libertad : propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas. Barcelona, Grijalbo Mondadori, 1990
(7) Salim Lamrani, “Las mentiras de Reporteros Sin Fronteras”, Red Voltaire, 7 de septiembre de 2005 http://www.voltairenet.org/article127456.html
(8) http://www.cuba.cu/gobierno/cuba.htm
(9) http://cleveland.indymedia.org/news/2009/03/36163.php
(10) http://www.voltairenet.org/article123394.html
(11) http://www.felap.info/
(12) http://www.projectcensored.org/
(13) Peter Phillips, "Cuba Supports Press Freedom" (Cuba Apoya la Libertad de Prensa), Dissident Voice, 24 de mayo de 2008 http://www.projectcensored.org/top-stories/articles/cuba-apoya-la-libertad-de-prensa/
Tomado de la República. es
› Impiden a estadounidenses participar en foro interactivo sobre los Cinco
› Ni periodistas ni independientes
› Los (in)dependientes de la SINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario