El Festival de Cine Pobre sin Humberto Solás no es lo mismo, eso lo pensamos muchos, eso lo sentimos quienes hace casi siete meses lloramos junto con Gibara, su última gran producción, la muerte o ascenso de este hombre de camisa blanca y pelo canoso, que se movía por esta ciudad como si fuera la sala de su casa.
Es 13 de abril de 2009. Es la primera noche que Solás mira desde el cielo el estreno anunciado de su obra. Es la séptima toma, el escenario es el mismo, los actores cambian, algunos repiten su parlamento, otros se unen a la fiesta, pero falta el líder, el hombre que hizo realidad la utopía de trasladar hacia este poblado del norte de Cuba, un evento grande en cuantoa presupuestos éticos y estéticos, una cita que trasciende el marco delcine para convertirse en una apuesta por la confluencia del arte todo.
A mi lado esta noche está Mirtha Ibarra, quien presentará el documental dedicado a su siempre cercano Tomás Gutiérrez Alea. Ella solo estará lunes y martes, confiesa apenada, el jueves saldrá para Nueva York y Chicago para mostrar allá su obra ·"Titón, de La Habana a Guantanamera". Pero no puede resistirse al encanto de estar en esta cita en la cual se le rinde homenaje al autor de "Memorias del subdesarrollo".
A su lado está también Enirque Pineda Barnet, quien repite su vista del pasado año y presentará su más reciente producción "Anunciación". Los fuegos artificiales los emocionan a los dos, Mirtha se molesta porque su cámara no logra atrapar los remolinos pirotécnicos, ella desiste en su empeño de componer un recuadro con la estatua del parque y los fuegos. Pero sonríe, siempre sonríe, como si de esta manera lograra alejar cualquier demonio.También llega hasta aquí otra dama emblemática, es otra sonrisa clásica de nuestro cine: Eslinda Nuñez, quien se emociona recordando a Humberto y los días de rodaje cuando cambio de nombre y se convirtió en la Lucía que Solás necesitaba, ella ahora es jurado del evento, se mantiene hermosa, cálida, sencilla, parece como si el tiempo se hubiese detenido en estecuerpo para recordarnos su presencia cautivadora.
Esta noche del 13 de abril es de emociones, Humberto así lo hubiese querido, así lo quiere. Todo el cine Jibá lo aplaude y como una sola voz suenan los ¡Viva Humberto!, ellos saben que nos está muerto, que es otro rostro que se ha inventado este hombre huracán de movimientos y energía.
La madrugada se acerca, Síntesis con Carlos y Ele rinden tributo a Solás, el pueblo baila, en la Batería Fernando VII sube la temperatura. Mañana se anuncian prometedores performance, inauguraciones de artistas de la plástica contemporáneos, quienes son parte permanente del evento, comenzarán los encuentros y foros teóricos. Toda la ciudad se moverá al ritmo del Festival. ¿Quién duda de la presencia de Humberto? Yo juraría que lo he visto, que lo siento a mi lado disfrutando del séptimo estreno de su obra.
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