Estados Unidos instó este miércoles a Cuba a liberar a los presos políticos y mejorar las condiciones de los derechos humanos en la isla en un comunicado del Departamento de Estado. Estará realmente preocupado el Departamento de Estado por los derechos humanos en Cuba o por terminar con la corrupción en algunas esferas del gobierno estadounidense.
Sabido es que la contrarrevolución cubana, a la que pertenecen los presos por lo que Estados Unidos reclama, es desde hace mucho una próspera industria. Gracias al desvío de millonarios fondos empleados en derrocar a la revolución cubana, hasta connotados terroristas han llegado a amasar grandes fortunas.
Funcionarios norteamericanos, a través de lobbys y sobornos, no han estado exentos de dichas ventajas como tampoco han permanecido al margen de la estafa. El mejor ejemplo de esto último, sin dudas, o por lo menos el más notorio, es el del asesor del presidente Bush, Felipe Sixto, quien fuera condenado hoy a 30 meses de privación de libertad por haberse robado más de medio millón de los dólares dedicados por el gobierno de Estados Unidos para financiar actividades subversivas contra Cuba.
El Departamento de Estado debería preocuparse más que por los discípulos que entrenó en la Oficina de Intereses en La Habana, o por la corrupción de sus funcionarios, porque los esfuerzos de la justicia estadounidenses se encaminasen a castigar a quienes han convertido el mercenarismo en una norma de las relaciones internacionales.
Sabido es que la contrarrevolución cubana, a la que pertenecen los presos por lo que Estados Unidos reclama, es desde hace mucho una próspera industria. Gracias al desvío de millonarios fondos empleados en derrocar a la revolución cubana, hasta connotados terroristas han llegado a amasar grandes fortunas.
Funcionarios norteamericanos, a través de lobbys y sobornos, no han estado exentos de dichas ventajas como tampoco han permanecido al margen de la estafa. El mejor ejemplo de esto último, sin dudas, o por lo menos el más notorio, es el del asesor del presidente Bush, Felipe Sixto, quien fuera condenado hoy a 30 meses de privación de libertad por haberse robado más de medio millón de los dólares dedicados por el gobierno de Estados Unidos para financiar actividades subversivas contra Cuba.
El Departamento de Estado debería preocuparse más que por los discípulos que entrenó en la Oficina de Intereses en La Habana, o por la corrupción de sus funcionarios, porque los esfuerzos de la justicia estadounidenses se encaminasen a castigar a quienes han convertido el mercenarismo en una norma de las relaciones internacionales.
Y después dicen que la educación no es gratuita en la yuma. me pregunto si con el gobierno de obama contuarán este tipo de curso. Para que cambian los presidente en ese pais si al final todos hacen lo mismo
ResponderEliminarOye ruso, los tipos cambian de presidente para tener a alguien nuevo a quien echarle las culpas de las atrocidades. lo que no cambian nunca es el sistema. asi que, como dice julio iglesias, la vida sigue igual...
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