viernes, 13 de febrero de 2009

Un fallo que atenta contra la Primera Enmienda


Se supone que el fundamento de las escuelas es exponer a los estudiantes a una gran variedad de ideas y puntos de vista.
Pero la Junta Escolar del Miami-Dade decidió hace algunos años que esa variedad debía tener unos límites. Así, los miembros de la junta decidieron sacar de las bibliotecas públicas el libro A visit to Cuba, debido a que pintaba una realidad demasiado benévola sobre la realidad que viven los cubanos en la isla.
La decisión fue duramente criticada. Pero recientemente, un tribunal de apelaciones falló a favor de la prohibición. Esto es lamentable y el tribunal debería retractarse de este fallo.
A visit to Cuba y su visión en español, Vamos a Cuba, forman parte de una serie para niños que presenta lecciones sobre geografía, cultura y costumbres en diversos países. El distrito escolar de Miami-Dade contaba con 49 ejemplares del libro en sus escuelas.
El padre de un estudiante pidió que el libro fuese retirado del sistema escolar debido a que no mostraba lo que él creía era la realidad de Cuba.
El superintendente negó la solicitud, pero la junta escolar impuso su decisión de retirar el libro de las bibliotecas.
La junta señala que había tomado su decisión basándose en errores y omisiones en el texto. Pero muchos señalan que grupos anticastristas pesaron mucho en el fallo de la junta escolar.
El American Civil Liberties Union presentó una demanda, argumentando que sacar el libro de las bibliotecas constituía una violación a la primera enmienda de la Constitución. El Tribunal de Distrito Federal falló a favor de la A.C.L.U., y ordenó que el libro permaneciera en el sistema escolar. Pero un tribunal de apelaciones desestimó ese fallo.
Pero la decisión del Tribunal de Apelaciones representa un abierto atentado contra la libre expresión. Está claro que la decisión de la junta escolar de Miami-Dade se debió al punto de vista del libro y no a una estrictamente escolar.
Y es que el argumento de que el libro tiene fallas es uno de poco peso, ya que muchos libros tienen pequeñas fallas y no por ellos se les retira de las bibliotecas.
En cuanto a las omisiones, el libro debe tenerla puesto que se trata de un texto para niños y no para académicos. El Tribunal Supremo no debe permitir que permanezca este fallo. Las juntas escolares tienen cierta discreción en cuanto a los libros que aparecen en las bibliotecas. Pero la Primera Enmienda les impide actuar como censores.
La decisión de la Junta Escolar de Miami-Dade no es inconstitucional sino contraproducente. Si la junta quiere oponerse al totalitarismo del régimen de los Castro, censurar libros es una manera absurda.

New York Times
editorial

> The New York Times critica censura en Miami.

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