domingo, 1 de febrero de 2009

Fe de erratas

Una nota publicada en El Mundo señala:
"Partidarios y detractores de la revolución cubana se han visto las caras en las calles de Barcelona".
"Inicialmente eran los detractores los que tenían previsto manifestarse. Y así lo han hecho. Medio centenar de ellos se han concentrado frente al Consulado de Cuba en la capital catalana para pedir la libertad del país y han defendido que el aniversario de los 50 años de la revolución "no es un motivo de celebración para aquellos que defienden los derechos humanos y las libertades políticas fundamentales".
"En respuesta a la protesta, cerca de 150 personas se han manifestado en apoyo a la revolución cubana. Los Mossos d'Esquadra han hecho acto de presencia y evitado cualquier altercado".
Hasta ahí, todo bien. Nuestro señalamiento es para el título de la nota: "Las dos Cubas, en Barcelona".
No hay dos Cuba, ni en Barcelona ni en ninguna parte. Solo una, la del Caribe, la de la independencia, la que, contra viento y marea, ha resistido los embates del poderoso norte.
La otra supuesta Cuba es la que pretenden servirle en bandeja de plata al imperio los anexionistas, una vieja tendencia política que atraviesa la historia de la Isla y cuyo propósito parece complacer -ya sea por razones geográficas, políticas o económicas-, a quienes desean sentir enterradas las espuelas del cowboy norteño en su vientre.
Desde hace cincuenta años, esa supuesta Cuba, que reniega de ser cubana, tiene su centro en el lugar más adecuado, la ciudad de Miami. Desde allí controla, domina y compra a las demás "Cuba" y sus supuestos defensores que radican en España u otros lugares del mundo.
Si alguien lo duda, que le pregunte a Esperanza Aguirre.

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