La gusanera de Miami persiste en mantener, durante el nuevo gobierno de Obama, la industria contrarrevolucionaria que le llena de dinero los bolsillos a la élite de poder que domina esa ciudad al sur de la Florida.
Al mismo tiempo, de acuerdo con un estudio reciente, el 55 por ciento de los cubano-estadunidenses residentes en Miami, que en su mayoría apoyaban en el pasado las políticas de línea dura, ahora respaldan el levantamiento del injusto y cruel bloqueo con que Estados Unidos ha pretendido durante 50 años doblegar la resisterncia del pueblo cubano.
En su discurso para la aprobación de su cargo como secretaria de estado de la nueva administración, Hillary Clinton abogó por una política exterior hacia la isla bastante similar a la practicada durante la presidencia de su ex esposo y ocho pasadas administraciones más.
Por su parte, el gobierno de La Habana ha dejado claro que no aceptará ni garrote ni zanahoría, como condicionantes para el mejoramiento de las relaciones entre los dos países.
América Latina le dio su apoyo a la isla durante la pasada cumbre de Río y sus presidentes desfilan ahora mismo por las calles de La Habana como prueba indiscutible de los nuevos aires independencia que soplan en la región
Ahora solo queda esperar que Obama, cuya imagen se asocia en los poster con la palabra esperanza, y quien durante las elecciones se mostró a favor del diálogo con los antiguos enemigos de EE. UU., se pronuncie al respecto de una manera clara, sin ambivalencias.
Ya se dice por ahí que uno de los encantos del nuevo mandatario consiste en decir una cosa e inmediatamente lo contrario.
Hace poco, al referirse al cierre de la cárcel de Guantánamo, el presidente electo aseguró, aunque después ciertos funcionarios de su equipo le corrigieron con declaraciones más optimistas, que no podría cerrar el campo de concentración tan rápido como habría prometido durante su campaña.
¿Pasará lo mismo con la política respecto a Cuba?¿Será,como ha sucedido otras veces, que una cosa se dice durante el viaje que lleva a la Casa Blanca y otra en el cómodo sillón de la oficina oval?
¿Será realmente Obama, la esperanza?
Al mismo tiempo, de acuerdo con un estudio reciente, el 55 por ciento de los cubano-estadunidenses residentes en Miami, que en su mayoría apoyaban en el pasado las políticas de línea dura, ahora respaldan el levantamiento del injusto y cruel bloqueo con que Estados Unidos ha pretendido durante 50 años doblegar la resisterncia del pueblo cubano.
En su discurso para la aprobación de su cargo como secretaria de estado de la nueva administración, Hillary Clinton abogó por una política exterior hacia la isla bastante similar a la practicada durante la presidencia de su ex esposo y ocho pasadas administraciones más.
Por su parte, el gobierno de La Habana ha dejado claro que no aceptará ni garrote ni zanahoría, como condicionantes para el mejoramiento de las relaciones entre los dos países.
América Latina le dio su apoyo a la isla durante la pasada cumbre de Río y sus presidentes desfilan ahora mismo por las calles de La Habana como prueba indiscutible de los nuevos aires independencia que soplan en la región
Ahora solo queda esperar que Obama, cuya imagen se asocia en los poster con la palabra esperanza, y quien durante las elecciones se mostró a favor del diálogo con los antiguos enemigos de EE. UU., se pronuncie al respecto de una manera clara, sin ambivalencias.
Ya se dice por ahí que uno de los encantos del nuevo mandatario consiste en decir una cosa e inmediatamente lo contrario.
Hace poco, al referirse al cierre de la cárcel de Guantánamo, el presidente electo aseguró, aunque después ciertos funcionarios de su equipo le corrigieron con declaraciones más optimistas, que no podría cerrar el campo de concentración tan rápido como habría prometido durante su campaña.
¿Pasará lo mismo con la política respecto a Cuba?¿Será,como ha sucedido otras veces, que una cosa se dice durante el viaje que lleva a la Casa Blanca y otra en el cómodo sillón de la oficina oval?
¿Será realmente Obama, la esperanza?
¿Todo Lincoln tiene su John Wilkes? > ELINFORMADOR.COM.MX
Obama despierta expectativas de cambio > SDP
Obama es lo mismo que Bush > REUTERS
Entonces será Obama el que nos quite el injusto bloqueo, será Obama el que mejore las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, bueno hermanos creo que no; creo que Obama obrará igual que el resto de las administraciones de la cual Hillary Clinton habló, eso si puede ser verdad; pienso y siempre reafirmo que el gobierno de Estados Unidos nunca va a cambiar para bien, ni Obama, ni otro presidente que llegue a la casa blanca con aspiraciones de mejoras logrará cambiar a ese sistema de gobierno sino erradica la mafia anticubana, los círculos de poder que circulan alrededor de la política yanqui. Por eso expreso que nosotros los cubanos no esperemos que Obama nos ayude, ni que levante el bloqueo, ni que arregle las relaciones entre nuestros países; solo podemos esperar lo que siempre el gobierno de Estados Unidos nos han dado, dolor y sufrimiento.
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