miércoles, 17 de febrero de 2016

Antúnez se vende en Miami como apologista del terrorismo



Por Edmundo García (
www.latardesemueve.com / @edmundogarcia65)

El llamado “opositor” de Placetas Jorge Luis García Pérez, Antúnez, apareció en el programa La séptima provincia del 15 de febrero, en la estación La Poderosa de Miami, también llamada “La poca cosa” porque su escasa significación. El mencionado programa es conducido por Héctor Fabián, un menudo frágil Rambo de esquina, a quien sus propios conocidos llaman Capitán de los Mosquitos por su apariencia vectorial.


Para hacerse el guapetón junto al mencionado personaje, Antúnez envió saludos y deseos de mejoría de salud al terrorista Luis Posada Carriles y pidió libertad para el también terrorista Eduardo Arocena, a quien ni sus propios cómplices en crímenes contra civiles quieren ayudar. Antúnez calificó a Arocena de “preso político”, que según un artículo de The New York Times publicado el 23 de julio de 1983 (http://www.nytimes.com/1983/07/23/nyregion/suspected-head-of-omega-7-terrorist-group-seized.html) era uno de los principales líderes de la organización terrorista Omega 7, señalada por poner más de 30 bombas en Miami y provocar al menos dos muertes.


Sobre el mencionado terrorista, a quien Antúnez elogia como si se tratara de un luchador por la libertad, escribí hace unos años el artículo titulado “Revela Lincoln Diaz-Balart que junto a Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart buscó el indulto del terrorista Eduardo Arocena”; de ese artículo comparto este párrafo para que se vea la naturaleza de los nuevos ídolos de Antúnez: “Eduardo Arocena fue sentenciado a dos cadenas perpetuas el 22 de septiembre de 1984, pena que empezó a cumplir el 9 de noviembre de ese mismo año. Fue fiscal en su causa Rudy Giuliani, un abogado tenido por recto en el ejercicio de su profesión. Hasta sus partidarios reconocen que Arocena quiso atentar contra la vida del embajador de Cuba ante Naciones Unidas Raúl Roa Kourí y dañó propiedades con el uso de explosivos. Arocena mintió ante un Gran Jurado, fue encontrado culpable de 25 cargos que incluyen el asesinato del diplomático Félix García Rodríguez. Durante el proceso Arocena confesó que había participado en la introducción del dengue en Cuba, enfermedad que causó la muerte a 120 niños y otros mayores.” (http://latardesemueve.com/archives/772)


Como Antúnez sabe que en Miami tiene que ser complaciente con los grupos cubanoamericanos más violentos si quiere conseguir los dolares que a él no le van a dar Jorge Mas Santos y la gente de la Fundación Nacional Cubano Americana, se dedicó a criticar a Eliecer Ávila, a quien el mencionado Héctor Fabián ubica entre los jovencitos que tienen el pico de oro y hablan mucho pero no hacen nada. Antúnez alardeaba como defensor del “golpe duro” contra Cuba, y tiraba a relajo a Eliecer como representante del “golpe suave”.


Ambos son “luchadores”, es verdad; Eliecer es un tumbador de dinero por vía pacífica y Antúnez es un tumbador por vía armada. Las dos falsas; ya que el primero es un oportunista disfrazado de cordero y el otro un cobarde escondido detrás de palabras altisonantes.


Mientras posaba como miembro de la “línea dura”, Antúnez cometió la imprudente socarronería de reconocer que se encontraba en Miami “conspirando” para ayudar a malograr el progreso de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Los nuevos amigos de Antúnez también revelan la hipocresía del pacifismo de su verdadero jefe, el auto titulado ejecutivo nacional del Directorio Democrático Cubano Orlando Gutiérrez Boronat.


Antúnez trató de ganarse a los extremistas de Miami alardeando de que él había desafiado a Eliecer Ávila en la residencia de un diplomático en La Habana, ya que Eliecer había dicho que en los casos de terrorismo habría que juzgar en Cuba a criminales residentes en Miami. Héctor Fabián, que está absolutamente desactualizado de la verdad sobre estas personas, no entendía que tanto su admirado Antúnez como su criticado Eliecer son dos payasos del mismo circo de la llamada y pagada oposición cubana.


Mientras descalificaba a otros mercenarios como él, Antúnez pedía clemencia para asesinos que entraron a Cuba a matar. Y mataron de hecho. Antúnez defiende las intenciones de personas como José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez, que fueron detenidos en Cuba con planes para realizar acciones terroristas. La propia prensa anticubana de Miami reconoció que Raibel Pacheco Santos, de 31 años y residente en Hialeah, registró en el 2009 una llamada Fuerza Cubana de Liberación, cuyo documento de inscripción fue publicado por Cubadebate el 8 de mayo del 2014 (http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/05/08/uno-de-los-detenidos-en-la-habana-fundo-empresa-paramilitar-en-miami-documentos/#.VsSGzY-cGUk). Antúnez también defiende y considera preso político a personas como Armando Sosa Fortuny, sancionado el 25 de abril de 1996 a 30 años de prisión por las acusaciones de infiltración, entrada ilegal a la isla y delitos contra la Seguridad del Estado.


Lo más demencial de las declaraciones de Antúnez en Miami justificando la realización de acciones violentas contra Cuba, es que se producen solo días después de que testificara como pacifista ante el Congreso de los Estados Unidos. Como refleja Manuel H. Lagarde en el artículo “Disidentes cubanos en el Congreso de EEUU: Un caso de microcefalia política” (http://cambiosencuba.blogspot.com/2016/02/disidentes-cubanos-en-el-congreso-de.html), el pseudo pacifista Antúnez pidió una vez más el mantenimiento del bloqueo, una política que ha querido rendir por hambre al pueblo cubano. Además del terrorismo, Antúnez defiende como un traidor el genocidio de su propia gente.

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