domingo, 9 de enero de 2011

Los soplones de la CIA

› Michael Parmly se preocupa por Yoani Sánchez

Por Anulfo Mateo Pérez

CATALEJO

Luego de la filtración de los cables diplomáticos de WikiLeaks, los halcones del imperio se sienten muy preocupados por la suerte que puedan correr los soplones que le sirven en todo el mundo.
Lucen tan desesperados de que algo suceda a sus colaboradores, que han ayudado a reubicar a varias de ellos en lugares más seguros, según cuenta el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Admite Crowley, que las personas potencialmente en riesgo abarcan desde representantes de la sociedad civil, periodistas, hasta funcionarios que les han proporcionado información.
Esto me hace recordar a la británica Frances Stonor Saunders, autora del libro “La CIA y la guerra fría cultural”, quien analiza el programa secreto de propaganda cultural de la agencia.
Ese programa no se limitaba a recibir informaciones sensibles, sino que buscaba apartar a la intelectualidad europea de su prolongada fascinación por el marxismo y el socialismo.
Estaba dirigido a influir en los intelectuales y al resto de la sociedad para que conceptualizaran todo lo que ocurría en el mundo más de acuerdo con el “concepto americano”.
El “Congreso por la Libertad de la Cultura”, fue la organización eje de esa campaña encubierta, montada por el agente de la CIA Michael Josselson, entre 1950 y 1976.
Esa entidad al servicio de la CIA tuvo oficinas en 35 países, contó con docenas de personas contratadas, publicó artículos en más de veinte revistas de prestigio y organizó exposiciones de arte.
Además, contaba con su propio servicio de noticias y de artículos de opinión, organizó conferencias del más alto nivel y recompensó a los músicos y otros artistas con premios y actuaciones públicas.
Sospecho que ese programa no fue sólo para Europa, ni mucho menos que haya cesado.

Tomado de Barrigaverde

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