jueves, 20 de agosto de 2009

Las bases de EE.UU., Juanes y el contrarrevolucionario Gorki Águila


Por M. H. Lagarde

Tanto el tema de las bases militares que Estados Unidos, como el concierto que el cantante colombiano ha anunciado realizará en La Habana próximamente, han apagado el interés en los medios por la permanencia impune del golpismo en Honduras.
Mientras Zelaya denuncia en Lima la tibieza y mano blanda con que el gobierno de Estados Unidos ha tratado a los golpistas, los representantes de Goriletti se reúnen en Washington “a puertas cerradas” en el Departamento de Estado.
Algo se dice, es cierto, pero bastante poco, y cualquier “paranoico izquierdista mal pensado” diría que ambos temas han sido manipulados para lanzar una cortina de humo sobre la persistente resistencia del pueblo hondureño.
Los más “ingenuos”, en cambio, probablemente apuesten por la casualidad. Las cosas, dirán, pasan a su hora y sin dudas siete bases en Colombia apuntándole al resto de los países del ALBA resultan más peligrosas que el aislado golpe en Honduras; o que, para muchos, Juanes es más popular y carismático que Zelaya, o que los fascistas de Miami, martillos y teas en mano, son una curiosa reminiscencia de los de la Alemania nazi.
¿Quién tiene la razón? Tomar partido por uno u otro bando, debo admitirlo, no pasaría de pura especulación.
Lo que sí no resulta nada especulativo, en cambio, es afirmar que periódicos como el reaccionario El País han aprovechado la coyuntura de las amenazas que recibe el cantante colombiano en Miami para perseverar en su campaña mediática contra Cuba.
Nuevamente, el diario español, siguiendo las pautas que impone Miami, ha lanzado una campaña para resaltar la figura del contrarrevolucionario, acompañado de guitarra, Gorki Águila. No es primera vez que El País, un periódico que hace mucho tiempo fue serio, se ocupa de tal menester. Los lectores recordarán los cómicos anuncios en que el drogadicto Gorki Águila era comparado subliminalmente, nada más y nada menos, que con Obama.
Según afirma ahora el desprestigiado diario, para sus instructores al Sur de la Florida “que no se incluya en el recital a la muy crítica banda Porno para Ricardo será la prueba definitiva de que el evento ha quedado instrumentalizado por el régimen”. Extraña manera la de Miami, y El País, de reclamar la apoliticidad del controvertido concierto cuando afirma que: “El grupo es la bandera sonora de la joven disidencia desde dentro de la isla”. Una disidencia, por cierto, que solo existe en las páginas de ese periódico y que no pasa de la Tía Yoani, la hija de Prisa , y sus amiguitos.
De todas formas, política aparte, no creo que por muchas fotos y anuncios graciosos que haga El País para promocionar a Gorki Águila, el artista clasifique para cantar por la paz en la Plaza. El mismo público no le permitiría más de dos acordes, no por el contenido político de sus canciones, sino porque no soportaría escuchar, en medio de tanto talento, la mala calidad de las consignas en tono de perreta que El País llama rock.
Por otro lado, incluir a un drogadicto en el concierto pudiera suscitar la indignación del gobierno de Estados Unidos que hasta ahora se ha portado tan comprensivo con el concierto que Juanes insiste en dar en La Habana. Pero ya se sabe que susceptible anda Washington con el tema de las drogas, las bases militares, etc. Bastante ignominia representa, para todo el mundo, el campo de concentración que ese país mantiene enclavado en la ilegal Base Naval de Guantánamo.

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1 comentario:

  1. DA MUCHA PENA QUE EL PRESIDENTE DEL PAÍS MAS POTENTE DEL MUNDO CONTINÚE FIRMANDO Y APOYANDO EL BLOQUEO, ESO ES DEBILIDAD ANTE LA DERECHA Y DESPRECIO A LOS PUEBLOS QUE SUFREN LAS CONSECUENCIAS.
    ALGUIEN DEBIERA DECIRLE QUE UN GESTO DE RESPETO A LOS POBRES, ES POR LO MENOS NO FIRMAR POR UN AÑO MAS.

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