martes, 12 de marzo de 2019

Juan Guaidó y "el momento" de la intervención de EE.UU. en Venezuela

Juan Guaidó el vocero de los halcones de Washington

Por M. H. Lagarde

El elegido presidente de Venezuela en la Casa Blanca, Juan Guaidó, reiteró este sábado que no descarta autorizar una intervención extranjera para forzar la salida del poder de Nicolás Maduro.


El "autoproclamado" repitió, sílaba por sílaba, el mismo sonsonete con que, desde hace un mes y medio, sus instructores en Washington, Bolton, Pompeo, Abrams, Rubio y Trump, no han cesado de amenazar al gobierno legítimo de Venezuela: "Todas las opciones están sobre la mesa y lo decimos responsablemente", y añadió que apelaría al artículo 187 de la Constitución, cuando llegue el momento".


En el numeral 11 el artículo 187 establece la facultad de la Asamblea Nacional, en este caso la de la ilegal que dirige Guaidó, a "autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país".


Las declaraciones del muppet de EEUU fueron hechas en el contexto de un apagón que dejó sin luz desde el jueves a casi todo el país y que fue catalogado por el presidente Maduro como el ataque a un sistema eléctrico más grave recibido por cualquier país de América Latina en la historia.


El dirigente bolivariano informó que, desde el sabotaje del jueves a la planta del Guri, Venezuela ha sufrido una serie de agresiones de carácter cibernético, electromagnético y físico. Cuando este sábado se había recuperado en un 70 por ciento el país, otro nuevo ataque deshizo todo lo logrado hasta entonces.


Como bien denunció Maduro, las agresiones cibernéticas sobre el sitema eléctrico venezolano son responsabilidad de Estados Unidos y sus aliados de la derecha quienes, en los últimos seis años, han desatado una guerra eléctrica contra la nación que ha dejado un saldo de más de 200 muertos.


Durante todo esos años, la guerra eléctrica ha servido como insumo de las fake news de las campañas mediáticas internacionales contra el actual gobierno de Venezuela, a quien se intenta presentar como un estado fallido incapaz de asegurar ni la electricidad en el país que posee las mayores reservas petroleras del planeta.


Sin embargo, la guerra eléctrica, que busca aumentar las penurias de la guerra económica para intentar socavar la resistencia del pueblo venezolano, no parece ser la última carta en juego de quienes manipulan la figura de Guaidó como presunto presidente interino.


Es otro capítulo de la escalada de provocaciones diseñadas por la actual administración norteamericana para lograr, por la fuerza, un cambio de gobierno en Venezuela. La autoproclamación del títere, la entrada de la supuesta ayuda humanitaria a través de Cúcuta, el permanente soborno y chantaje a las fuerzas armadas, el regreso de Guaidó de su gira de circo por algunos países latinoamericanos, fracasaron. La guerra electronica también debe fracasar, pero ya los halcones de Washington han anunciado, en voz de su muppet, la próxima provocación: "la toma de Caracas" por la oposición.


En la manifestación del sábado Guaidó afirmó que en los próximos días recorrerá toda Venezuela. "Y luego anunciaremos, entonces, la fecha cuando vendremos todos juntos a Caracas a ejercer nuestra posibilidad (de tomar el poder)", añadió ante los gritos que le pedían ir al Palacio Presidencial de Miraflores, la sede del Ejecutivo.


Por lo visto, el imperio no dejará de presionar hasta lograr "el momento" del que habla Juan Guaidó: buscar, o crear, real y mediáticamente, un enfentramiento sangriento entre la oposición y las fuerzas del orden que justifique la intervención militar extranjera. No importa que los apagones afecten a los todos los venezolanos, incluidos los opositores, como tampoco importa la ideología de a quiénes maten las bombas.


En la maquiavélica política de Washington el fin del petroleo justifica la guerra.

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