El escritor Ángel Santiesteban ha sido juzgado y condenado a prisión por
agredir violentamente a su exesposa. Y enseguida han comenzado a circular
notas de apoyo al escritor y de cuestionamiento a la sentencia del tribunal
que lo juzgó. En casi todas se acusa a la víctima de loca, o de magnificar
una leve "riña doméstica"[1]. Nadie puede juzgar estos hechos sin conocer la profundidad de los daños causados por Santiesteban a su exesposa y a su
hijo, y nadie debería acusar a la víctima de estar inventando un caso para
que alguien sea condenado por ocultas razones políticas. La violencia contra
la mujer tiene su origen, precisamente, en ese gesto tan usual de imaginarla
carente de juicio, de independencia, o de opinión propia, y quienes
esgrimen esas tesis están reproduciendo la agresión; como aquellos que
culpan a la víctima de una violación de haber provocado a su agresor.
Las instituciones y organizaciones cubanas deben pronunciarse sobre este
caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en
nuestra sociedad. Es preciso intensificar, multiplicar y hacer
permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo, especialmente la que se ejerce contra la mujer. Hay que divulgar
aquellas leyes que la previenen o penalizan y los debates que han tenido
lugar en espacios académicos y con motivo de campañas específicas. Combatir
la violencia contra la mujer solo puede lograrse si nos unimos tod@s contra
la desigualdad que la inspira y reconocemos el derecho de las mujeres
violentadas a defenderse de su agresor y a denunciar la agresión, aunque se
trate de un genio artístico o científico, un general victorioso, un
deportista de élite o un obrero de vanguardia. Nadie más que ella misma
tiene derecho a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo, y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a juzgarla loca por querer defender sus
derechos.
Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Luisa Campuzano, Zaida Capote Cruz, Danae
Diéguez, Laidi Fernández de Juan, Lirians Gordillo Piña y Helen Hernández
Hormilla
(Leído en la sede de la UNEAC, 8 de marzo de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario