Un asalto informático a los correos electrónicos de la familia Bush
desveló la pasión por la pintura del último expresidente de Estados
Unidos, George W. Bush. Entre el material sustraído se encontraron las
fotografías de dos autorretratos. En una de ellas, podía verse una
representación de la espalda desnuda de Bush en la ducha y su rostro
reflejado en un pequeño espejo. En el otro autorretrato, el expresidente
plasmó sus piernas y sus pies mientras tomaba un baño. El mundo descubría así que Bush pintaba.
Desde que abandonó la presidencia en 2009, el exmandatario siempre ha mantenido un perfil público bajo, pero tras su decisión de hacer de la pintura su nueva afición, su imagen ha dado un giro muy positivo en EE UU. A ello ha contribuido la buena opinión que tiene de él su profesora de arte, Bonnie Flood, artista de Georgia y que ha pasado un mes junto al expresidente. La mujer ha declarado en viarios medios estadounidenses que “Bush es un alumno que aprende muy deprisa" y que los libros se referirán a él como "un gran artista”.
“El expresidente tiene una gran capacidad, lo coge todo a una gran velocidad. Es increíble, pone todo su corazón en ello”, ha explicado la profesora a la cadena FOX. Además, ha añadido que su alumno ya había comenzado a pintar retratos de perros por su cuenta: "Creo que cuando llegué a su casa ya tenía unos 50 cuadros de canes acabados. Lo que ocurre es que yo no pinto a estos animales. Cuando vi el enorme trabajo que había hecho, le dije que había llegado la hora de dar el salto a otra cosa, que podía empezar a dibujar paisajes", ha explicado Flood.
"Aunque, si soy sincera, el problema real que tenía con él era que al principio nunca sabía como llamarle”, admite la profesora. Finalmente, ambos establecieron que el mote fuera 43, número con el que el exmandatario firma sus obras y que es, además, el puesto que ocupa en la lista de presidentes de EE UU.
Flood trabaja en su casa de Cumming (Georgia) y ocasionalmente hace exposiciones en Florida. Fue justo allí donde el expresidente supo de su existencia, según ha declarado la mujer a la cadena televisiva local de Atlanta, WAGA. El colorido de sus cuadros llamó la atención de Bush hasta tal punto que, en poco tiempo y tras una llamada, Flood se vio haciendo las maletas y dirigiéndose a la casa del exmandatario en Texas para enseñarle a pintar.
Los críticos están de acuerdo con la opinión de la profesora. Tras la incursión ilícita en el correo electrónico de la familia Bush, sucedida a mediados del mes de febrero a manos de una persona que se hace llamar Guccifer, la publicación de las fotos de los autorretratos de Bush hizo que varios críticos de arte manifestaran su opinión, con un resultado muy positivo. “Sin duda, estas pinturas podrían haber estado colgadas en una galería y tomadas en serio”, dijo Cathy Lebowitz, responsable de Art in America.
Tomado de El País
Desde que abandonó la presidencia en 2009, el exmandatario siempre ha mantenido un perfil público bajo, pero tras su decisión de hacer de la pintura su nueva afición, su imagen ha dado un giro muy positivo en EE UU. A ello ha contribuido la buena opinión que tiene de él su profesora de arte, Bonnie Flood, artista de Georgia y que ha pasado un mes junto al expresidente. La mujer ha declarado en viarios medios estadounidenses que “Bush es un alumno que aprende muy deprisa" y que los libros se referirán a él como "un gran artista”.
“El expresidente tiene una gran capacidad, lo coge todo a una gran velocidad. Es increíble, pone todo su corazón en ello”, ha explicado la profesora a la cadena FOX. Además, ha añadido que su alumno ya había comenzado a pintar retratos de perros por su cuenta: "Creo que cuando llegué a su casa ya tenía unos 50 cuadros de canes acabados. Lo que ocurre es que yo no pinto a estos animales. Cuando vi el enorme trabajo que había hecho, le dije que había llegado la hora de dar el salto a otra cosa, que podía empezar a dibujar paisajes", ha explicado Flood.
"Aunque, si soy sincera, el problema real que tenía con él era que al principio nunca sabía como llamarle”, admite la profesora. Finalmente, ambos establecieron que el mote fuera 43, número con el que el exmandatario firma sus obras y que es, además, el puesto que ocupa en la lista de presidentes de EE UU.
Flood trabaja en su casa de Cumming (Georgia) y ocasionalmente hace exposiciones en Florida. Fue justo allí donde el expresidente supo de su existencia, según ha declarado la mujer a la cadena televisiva local de Atlanta, WAGA. El colorido de sus cuadros llamó la atención de Bush hasta tal punto que, en poco tiempo y tras una llamada, Flood se vio haciendo las maletas y dirigiéndose a la casa del exmandatario en Texas para enseñarle a pintar.
Los críticos están de acuerdo con la opinión de la profesora. Tras la incursión ilícita en el correo electrónico de la familia Bush, sucedida a mediados del mes de febrero a manos de una persona que se hace llamar Guccifer, la publicación de las fotos de los autorretratos de Bush hizo que varios críticos de arte manifestaran su opinión, con un resultado muy positivo. “Sin duda, estas pinturas podrían haber estado colgadas en una galería y tomadas en serio”, dijo Cathy Lebowitz, responsable de Art in America.
Tomado de El País
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