Anonadados quedamos todos al conocer la triste y absurda noticia de la masacre perpetrada por el joven Adam Lanza en la escuela primaria Sandy Hook de Connecticut, veintisiete personas perdieron la vida, entre ellas 20 niños. El dolor es inmenso y no hay palabras para describir lo que se siente.
Pero la lectura de una información que aparece reseñada en el diario venezolano Globovisión, en su sección de “Curiosidades”, obliga a romper el respetuoso silencio:
Venden morrales antibalas para estudiantes en Estados Unidos
Mochilas que actúan como chalecos antibalas. Esa es la oferta de la empresa estadounidense Amendment II para proteger a los niños en caso de tiroteo en las escuelas. La compañía, que hace seis meses sacó al mercado tres modelos diferentes de estos bolsos especiales -una negra y gris para adolescentes, otra con imágenes de 'Los Vengadores' y, por último, una de las princesas de Disney para los más pequeños- ha triplicado sus ventas después de la matanza de Newtown el pasado viernes.
Derek Williams, el presidente de esta empresa especializada en chalecos antibalas, no facilita cifras exactas, pero ha asegurado a la página de internet Mother Jones: "Básicamente, hemos triplicado nuestro volumen de ventas de mochilas, lo que solemos hacer en un mes, lo hemos hemos hecho en una semana".
La idea es no dejar pasar esta oportunidad de conmoción nacional, aunque el presidente afirma que están muy sensibilizados con la situación también quieren hacer saber a los padres que tienen una oportunidad de proteger a sus hijos antes de enviarlos al colegio.
Amendment II no es esta la única empresa que comercializa este tipo de productos. Al menos media docena de ellas se dedican al negocio de "proteger a los estudiantes". Es el caso, por ejemplo, de Bullet Blocker, que nació tras la masacre de Columbine, en la que murieron 13 personas.
Despendiendo de la marca y el modelo, los precios oscilan entre los 199 dólares (más de 126 euros) y los 300 (226 euros), siendo casi siempre más caro el modelo infantil, sea por los dibujitos de princesas o porque el proteger a los más pequeños no tiene precio.
El mercado capitalista carece de sentimientos, solo una regla parece dominar: oportunidad, oferta, demanda, ganancia.
¿En el Capitalismo existe algo que no tenga precio?
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