De acuerdo con El Nuevo Herald: "Tanto las esperanzas como los temores de grandes cambios en la política hacia Cuba durante el segundo mandato del presidente Barack Obama se vieron incrementados el viernes con la nominación del senador John Kerry para ser el próximo secretario de Estado de EEUU."
He aqui un resumen, según el diario del Sur de la Florida, de en qué basan sus temores lo negociantes del odio:
Kerry respaldó la Ley de Libertad de Viajar a Cuba, una iniciativa del 2009 que hubiera permitido viajes totalmente irrestrictos a la isla, al alegar que las autoridades de EEUU no limitan el derecho de los ciudadanos privados a viajar. El proyecto de ley nunca fue llevado a votación.
El senador también ha sido crítico de los millones de dólares del gobierno de EEUU invertidos en Radio/TV Martí, al quejarse que las estaciones están mal administradas y su programación tiene poco o ningún impacto en la isla.
“Después de 18 años, TV Martí no tiene una audiencia significativa en Cuba. Los programas de la sociedad civil de EEUU pueden tener objetivos nobles, pero necesitamos examinar si los estamos logrando”, escribió Kerry en una columna del 2009 sobre Cuba que apareció en el Tampa Bay Times.
“La democracia en Cuba se mantiene correctamente como una meta de la política estadounidense. Pero… nuestro embargo en nombre de la democracia no ha producido democracia”, escribió Kerry. EEUU debe enfocarse “en el pueblo cubano, no en los hermanos Castro; en el futuro, no el pasado; y en los intereses nacionales de Estados Unidos a largo plazo, no en las conveniencias políticas de un momento dado”.
Como candidato presidencial demócrata en el 2004, Kerry respaldó el embargo de EEUU, propuso triplicar los fondos estadounidenses para fortalecer la democracia en América Latina y calificó de “desigual” la política pies mojados, pies secos, que permite permanecer a los cubanos que pusieron un pie en territorio de EEUU, porque no se aplica a otras nacionalidades.
Kerry se involucró en un tema de Cuba directamente el año pasado, cuando retuvo durante dos meses $20 millones para los programas pro democracia, para presionar por cambios que los harían más eficientes y menos “provocativos”.
“No hay pruebas de que los programas de ‘promoción de la democracia’, que han costado al contribuyente estadounidense más de $150 millones hasta ahora, ayuden al pueblo cubano —apuntó Kerry en una declaración al anunciar la retención—. Ni han logrado mucho más que provocar al gobierno cubano para que arreste a un contratista del gobierno estadounidense”.
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