Crónica de un abandono anunciado |
Diversos excarcelados denunciaron a Efe la paralización de los subsidios que Exteriores canalizaba a través de las organizaciones sociales Cruz Roja, CEAR y Accem.
De todos los ministerios, el que dirige José Manuel García-Margallo, es el que ha sufrido un mayor ajuste en su presupuesto, con un 54,4 por ciento respecto a 2011.
Debido a esta reducción, la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica está analizado la situación de los expresos cubanos que llegaron a España en virtud del acuerdo entre el anterior Gobierno socialista y el régimen castrista.
“Se está buscando la mejor manera para no dejar a nadie desamparado, aunque no pueden ser ayudas infinitas”, informaron a Efe fuentes cercanas a Exteriores.
Entre julio de 2010 y abril de 2011, vinieron a España un total de 115 excarcelados y 647 familiares.
Unos 500 siguen repartidos en pisos y centros sociales de diversas ciudades y el resto, se fue a otros países, principalmente a Estados Unidos.
Los excarcelados han venido recibiendo cada mes una ayuda de hasta 700 euros para alquiler de vivienda, además de una partida para manutención de unos 180 euros por cada miembro del núcleo familiar, abono transporte y cobertura médica.
La casi totalidad de los expresos no ha encontrado trabajo debido a la crisis en España y a la lentitud de la homologación de sus títulos profesionales y universitarios.
Omar Rodríguez Saludes, uno de los primeros excarcelados acogidos, aseguró que no recibe el subsidio desde el pasado mes de enero sin haber recibido ninguna justificación.
“Es un momento de incertidumbre”, afirmó a Efe Rodríguez, residente en Gijón (Asturias, norte).
Julio César Gálvez, quien también llegó en la primera tanda en julio de 2010, denunció la misma situación: “No tengo un céntimo en los bolsillos”.
“Lo único que pido es trabajo y así, en vez de recibir, podré ayudar. No se trata de que me den un pescado para comer, sino de que me enseñen a pescar”, comparó Gálvez.
Regis Iglesias, integrante también del llamado “Grupo de los 75” que fue condenado en Cuba en la primavera de 2003, declaró que “más que caridad”, lo que busca es poder insertarse en la sociedad española con un empleo.
Según Iglesias, la última contribución que recibió fue el pasado enero. “La ONG que me atiende me ha dicho que se han acabado las ayudas y no que no hay dinero para renovarla”, apuntó.
“Estamos muy agradecidos a España y la ayuda tenía que terminar algún día, pero en el actual momento, nos deja en un situación de desventaja total”, comentó Iglesias, quien tiene a cuatro familiares a su cargo.
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