En un mundo donde el mercado prevalece por encima del ser humano, lo avasalla, lo esclaviza y como demostrara Carlos Marx, convierte al hombre en una mercancía especial, el derecho de no pocos a sus derechos, se convierte en una quimera.
Apenas transcurridas unas horas del montaje de un gran espectáculo mediático en contra Cuba, en ocasión del Día de los Derechos Humanos, un despacho de la periodista de AP ANDREW MIGA, reproducido en el libelo de la mafia de Miami, nos revela una cruda realidad que permite concluir que los Derechos nunca pueden ser cosas de un día y si en algún país hay una deuda pendiente en el tema de los humanos con derechos, es en Estados Unidos.
WASHINGTON -- Miles de habitantes de escasos ingresos del noreste de Estados Unidos se aprestan para pasar un difícil invierno a causa de la reducción de la asistencia federal para afrontar los pagos de calefacción.
"Están jugando la ruleta rusa con la vida de la gente", destacó John Drew, que dirige la organización Action for Boston Community Development, Inc., que brinda ayuda a los residentes de bajos recursos en el estado de Massachusetts.
Muchos pobres y ancianos que viven con presupuestos reducidos no pueden afrontar aumentos en los costos de la calefacción que pueden ascender a los miles de dólares. Eso les obliga a reducir el costo de otras necesidades como alimentos o medicina.
Ese es el caso de Mary Power, de 92 años, que está preocupada sobre cómo sobrevivirá otro invierno gélido en Nueva Inglaterra ahora que el recorte de beneficios federales no le permitirá comprar suficiente petróleo de calefacción para no pasar frío.
El despacho cablegráfico puede leerse en un recuadro a la derecha, en letras pequeñas, a su izquierda, la información del día, la noticia importante a resaltar por el periódico de norteamericano: “Hostigan marcha dominical de las Damas de Blanco”.
¿Conocerá la anciana Mary Power que del dinero que a ella se le niega, se destinan presupuestos millonarios para alimentar la subversión interna en un país soberano del trópico? ¿Quién la podrá explicar a Mary que existe un grupo de mujeres en Cuba que, por hacer gimnasia matutina, reciben el dinero que a ella le corresponde?
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