A las 07:40 hora local, Obama descendió del avión que lo trajo a la capital brasileña, convertida desde hace unos días en una fortaleza, con más de tres mil agentes civiles y militares locales dislocados para su protección, además de un número indeterminado de miembros de su guardia personal.
El presidente norteamericano llegó pocas horas después que efectivos antimotines de la Policía Militar reprimieran una manifestación en Río de Janeiro contra su estancia en esta nación, encabezada por una enorme tela con la inscripción ¡Obama, go home! (Obama, regresa a casa) y¡Fora Obama! (Fuera Obama).
Los participantes en la protesta realizaron una marcha por calles del barrio de la Candelaria, en el centro de la llamada Ciudad Maravillosa, hasta la sede del Consulado General de Estados Unidos.
Además de la violenta represión, la policía arrestó a una quincena de manifestantes, en su mayoría jóvenes.
Esa protesta constituyó una de las acciones acordadas por movimientos sociales y sindicatos para repudiar la presencia de Obama en Brasil. Para mañana, cuando el mandatario norteamericano estará en Río de Janeiro, esas agrupaciones preparan una gran manifestación de rechazo.
La llegada de Obama coincidió con la divulgación de un comunicado del Partido Comunista Marxista-Leninista de Brasil, intitulado Siete puñales en el corazón de América, en el que expresa su oposición a la visita, al considerarla dañina para Latinoamérica y con claros objetivos imperialistas.
Los hechos son esos y la principal lección que podemos sacar es intensificar la lucha contra el neoliberalismo y la intervención imperialista, señala el texto y denuncia el impresionante aparato represivo desatado en Río de Janeiro con motivo del viaje de Obama.
Por su parte, el presidente de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil, Wagner Gomes, reafirmó la participación del sindicato en las protestas contra la visita, al negar la adhesión de su entidad a una supuesta petición del gobierno a sus aliados para evitar manifestaciones.
"Convocamos a nuestros militantes y vamos a protestar. Como ya dejamos claro, Obama es persona non grata", subrayó Gomes.
También, Articulación de izquierda, tendencia interna del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), decidió desacatar la petición y anunció que se sumará a las manifestaciones contra la presencia de Obama en el país.
De igual forma que lo hicimos cuano la visita del expresidente George W. Bush, en 2005, los militantes petistas asistiremos a las actividades convocadas por movimientos sociales en repudio a las guerras promovidas por Estados Unidos y la postura del gobierno Obama contra la paz y la democracia mundial.
La Dirección Nacional de esa tendencia asevera que la visita de Obama resulta momento propicio para que la presidenta Dilma Rousseff reafirme la postura de Brasil a favor de un nuevo orden mundial, basado en el desarrollo, la paz, los derechos humanos y el respeto a la soberanía y autoderteminación de los pueblos.
"En ese sentido, saludamos las manifestaciones de partidos de izquierda, movimientos sociales y sectores progresistas en general en favor del inmediato cierre de la prisión de Guantánamo, la supensión del bloqueo contra Cuba y por la revisión de la leyes migratorias norteamericanas", exalta Articulación de izquierda.
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