La nacionalidad de Obama ha sido puesta en duda más de una vez. En medio de su campaña electoral para la presidencia algunos aseguraron que Obama no podía ser presidente de Estados Unidos porque era ciudadado de Kenia, el país donde nació su padre.
Otros más recientemente han afirmado, incluso ante la justicia, que Obama era ciudadano indonesio, la nación a la que se mudó de niño.
Lo que nadie ha afirmado hasta ahora es que Obama sea libio, procedencia que podría cuestionarse tras escuchar al presidente justificar la invasión de la OTAN, dirigida y ordenada por Estados Unidos, contra Libia.
En el discurso pronunciado ayer al país, luego de recibir numerosas críticas por su participación en las acciones militares en Libia sin solicitar el permiso del Congreso, el presidente dijo: "Conciente de los riesgos y los costos de la acción militar -continuó-, nosotros somos reluctantes a utilizar la fuerza para resolver los muchos desafíos que enfrenta el mundo, pero cuando nuestros intereses y valores están en juego, tenemos la responsabilidad de actuar, y eso es lo que está ocurriendo en Libia".
¿Los valores e intereses de que habla Obama tendrán que ver con la existencia, entre las víctimas Gadaffi, de algún lejano pariente suyo o será que el Premio Nobel de la Paz, en ara de los "humanitarios" valores norteamericanos que repudian las "matanzas", contempla entre sus planes bombardear a media humanidad?
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