En la foto: Silvio Rodríguez quien compartió -junto a los invitados- un momento memorable de la XX Feria Internacional del Libro, Cuba 2011.
Una fiesta a la amistad, la canción y la palabra, un encuentro entre fieles amantes del verso, devino este jueves la presentación en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, en La Habana, del texto "Silvio, aprendiz de brujo", de Eduardo Valtierra.
La Sala Nicolás Guillén acogió a un pequeño ejército loco de amigos, escritores y admiradores de las composiciones de Silvio Rodríguez, figura insigne del movimiento de la Nueva Trova, quien compartió -junto a los invitados- un momento memorable de la XX Feria Internacional del Libro, Cuba 2011.
Hecho con paciencia y dedicación, el volumen, incluido en la colección A guitarra limpia, del sello editorial del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, es un conjunto de testimonios, a través de los cuales figuras cubanas y extranjeras desnudan al hombre, al poeta, al creador.
A juicio de Guillermo Rodríguez, presentador de la obra, Silvio fue desde el primer momento un asombro para todos, algo inesperado que le ocurrió a la canción y a la cultura de la Isla, porque hurgaba en la esencia de la nación y abarcaba zonas del saber y del sentir que iban más allá del arte.
Por eso tal vez, este cantautor tiene algo de "la magia que produce la brujería", como refiere el título del texto, señaló.
Como hace 45 años, cuando comenzó a rasgar la guitarra y entonar sus canciones de profundo significado político y social, Silvio continúa embrujando a los de su generación y también a los jóvenes, pues posee la riqueza de la diversidad.
Y es que -al decir del trovador argentino mexicano Carlos Díaz "Caíto" -una de las personalidades que da su parecer en el texto- Rodríguez utiliza el verbo y la palabra sin hacer repeticiones, siempre tiene sorpresas y hay una especie de literatura dentro de sus composiciones.
Para el escritor Eduardo Valtierra, el autor de "Ojalá" trasmite siempre un aura de tranquilidad, de dulzura, de paz y armonía interior, que logra exteriorizar a su vez en los conciertos.
Sin embargo, Valtierra se autonombró "un macho chillón", pues suele llorar con muchas canciones de Silvio, como "La gota de rocío", interpretada para la ocasión por la cantautora Marta Campos; o "Unicornio", salida de los acordes de la guitarra de Heidi Igualada.
Otros trovadores invitados, como Sara González y el dúo Karma, regalaron las melodías "Querer tener riendas" y "Que ya viví que te vas", respectivamente; mientras Eduardo Sosa deleitaba al público con la inolvidable "Te doy una canción", coreada por todos.
De las voces del dúo Lilly y Ariel y el cuarteto de Lien y Rey, llegaron también los temas "Canto arena" y "Resurrección", para completar el concierto homenaje a ese entrañable aprendiz de brujo que es Silvio Rodríguez.(AIN)
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