El gobierno suizo dijo que ha demandado el cese de toda vigilancia por parte de las misiones y que investiga la magnitud de lo que llama un programa no autorizado de espionaje de la representación estadounidense ante la ONU en Ginebra y la embajada estadounidense en Berna.
La pesquisa se produce luego de expresiones de indignación en Islandia, Noruega y Suecia por reportes de que diplomáticos estadounidenses estaban monitoreando a algunos de los ciudadanos de esos países, mediante medidas como tomar fotos de manifestaciones callejeras y de personas consideradas riesgos para la seguridad, desatando una ola de sentimiento antiestadounidense.
Un cable diplomático estadounidense obtenido por WikiLeaks y reportado por el diario noruego Aftenposten citó un incidente de octubre de 2005 en el que la misión espió a una pareja de aspecto árabe que estaba a unos 100 metros de la entrada de la representación estadounidense en Ginebra, luego que un técnico estadounidense notase en el auto de la pareja la palabra Islam.
Las críticas se produjeron en todo el espectro político suizo. Algunos demandaron acción del consejo ejecutivo de Suiza, que incluye al presidente, el vicepresidente y jefes de agencias gubernamentales.
Si las sospechas resultan ciertas, entonces el Consejo Federal tiene que enviar una señal'', dijo el legislador del Partido Verde Josef Lang en declaraciones al diario Tages-Anzeiger, de Zurich. Debería expulsar a los agentes estadounidenses del país y convocar al embajador''.
La embajada de Estados Unidos en Berna y la misión en Ginebra habían solicitado permiso en dos ocasiones al gobierno suizo, en 2006 y 2007, para realizar ese tipo de vigilancia, como lo requieren las leyes del país, pero el permiso le había sido denegado, dijo el portavoz del ministerio de justicia Philippe Piatti.
Un vocero de la misión estadounidense, David Kennedy, dijo que no podía comentar sobre asuntos de seguridad.
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