Washington, 9 nov (PL) Con la publicación de sus memorias, el ex presidente George W. Bush, muy impopular entre los estadounidenses, regresó a la palestra pública, días después de las elecciones para evitar problemas a los republicanos durante la votación.
Durante casi dos años, Bush desapareció, incluso cuando sus políticas y su legado estaban bajo ataque de los demócratas, en medio de la campaña electoral, destaca el diario The New York Times.
Para el periódico, era un gesto cortés a su sucesor en la Casa Blanca Barack Obama y a la vez un movimiento políticamente calculado para evitar que los independientes volvieran a votar por los demócratas en las recientes elecciones.
Ahora Bush reaparece con su autobiografía y diversas entrevistas en televisión, días después de la victoria de su partido en los comicios de medio términos, en los cuales los republicanos retomaron el control de la Cámara de Representantes y recortaron la ventaja rival en el Senado.
En su libro, comenta The New York Times, aparecen todos los problemas de la administración Bush que estuvieron bajo fuego demócrata: los recortes de impuestos, el huracán Katrina, la invasión a Iraq y la crisis financiera.
En su autobiografía titulada Decision Points, el ex gobernante admite que autorizó técnicas de tortura en los interrogatorios a presuntos terroristas, en especial el uso del submarino o ahogamiento simulado. Asimismo, alabó a Obama por la escalada bélica en Afganistán y por ignorar a los críticos de la nueva estrategia militar.
Bush muestra su gratitud a Obama por no hacer caso a los cuestionamientos y desplegar más tropas en Afganistán y aumentar la presión sobre Paquistán.
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