WASHINGTON, 25 (ANSA) - Más de 90.000 documentos e informes secretos militares norteamericanos sobre la guerra en Afganistán fueron puestos a disposición de la prensa por el sitio Wikileaks, que promueve la difusión de informaciones secretas.
La divulgación de los documentos, que fue duramente condenada por la Casa Blanca, muestra, entre otras cosas, que para la inteligencia norteamericana el conflicto es un fracaso y que los servicios secretos paquistaníes apoyan a los talibanes.
Al condenar la divulgación, el Consejero para la Seguridad Nacional, general Jim Jones, dijo que pone en riesgo "las vidas de norteamericanos, y de sus aliados, y representa una amenaza para nuestra seguridad nacional".
"Estados Unidos condena con fuerza la publicación de informaciones clasificadas de parte de individuos u organizaciones que pueden poner en riesgo las vidas de americanos y sus aliados, y representar una amenaza a la seguridad nacional", dice una nota divulgada por Jones.
Según el consejero, "Wikileaks no ha hecho ningún esfuerzo por contactarnos sobre estos documentos. El gobierno de Estados Unidos supo a través de organizaciones periodísticas que serían publicados".
"Estas fugas de noticias irresponsables no tendrán ningún efecto sobre nuestro compromiso de profundizar nuestras relaciones con Afganistán y Pakistán, y apoyar las legítimas aspiraciones del pueblo afgano y del pueblo paquistaní".
Jones precisa que los documentos revelados por Wikileaks cubren un período que va de enero de 2004 a diciembre de 2009.
"Precisamente por la grave situación que se había creado con el correr de los años, el presidente Obama anunció la nueva estrategia, basada en un incremento de recursos en Afganistán y una concentración de los esfuerzos sobre los refugios seguros de Al Qaeda y de los talibanes en Paquistán", concluye Jones.
Los documentos fueron enviados por Wikileaks a los diarios New York Times y Guardian, de Londres, y a la revista alemana Der Spiegel, que brindan amplios detalles del tema en sus páginas de internet.
"Pakistán ayuda a los talibanes en Afganistán", titula el New York Times, que agrega que Islamabad, oficialmente aliada de Estados Unidos, permite a sus agentes "reunirse con los talibanes en sesiones estratégicas secretas".
En esas reuniones, se organizan "redes de grupos militantes que combaten contra los soldados norteamericanos en Afganistán, y hasta traman complots para asesinar a líderes afganos".
Algunos de los informes, añade el New York Times, sostienen que "la inteligencia paquistaní actúa junto a Al Qaeda para planificar ataques", aunque sea difícil establecer un vínculo directo.
El Guardian, por su parte, titula que "la masiva fuga de documentos revela la verdad de la ocupación", y afirma que "cientos de civiles fueron asesinados por las tropas de la coalición".
"Unidades secretas tienen la orden de capturar a los líderes rebeldes 'vivos o muertos'", añade el diario británico, que también sostiene que hubo "un aumento exponencial de los ataques de los talibanes contra la OTAN".
El Guardian dice que los informes muestran que Estados Unidos "escondió las pruebas de que los talibanes obtuvieron letales misiles tierra-aire" y que el creciente uso de bombas caseras de los talibanes han provocado la muerte de más de 2000 civiles".
Der Spiegel, finalmente, titula: "Explosiva fuga de noticias ofrece la imagen de la guerra vista por quien la está combatiendo".
La revista alemana afirma que los documentos "revelan las verdaderas dimensiones del despliegue militar occidental".
La divulgación de los documentos, que fue duramente condenada por la Casa Blanca, muestra, entre otras cosas, que para la inteligencia norteamericana el conflicto es un fracaso y que los servicios secretos paquistaníes apoyan a los talibanes.
Al condenar la divulgación, el Consejero para la Seguridad Nacional, general Jim Jones, dijo que pone en riesgo "las vidas de norteamericanos, y de sus aliados, y representa una amenaza para nuestra seguridad nacional".
"Estados Unidos condena con fuerza la publicación de informaciones clasificadas de parte de individuos u organizaciones que pueden poner en riesgo las vidas de americanos y sus aliados, y representar una amenaza a la seguridad nacional", dice una nota divulgada por Jones.
Según el consejero, "Wikileaks no ha hecho ningún esfuerzo por contactarnos sobre estos documentos. El gobierno de Estados Unidos supo a través de organizaciones periodísticas que serían publicados".
"Estas fugas de noticias irresponsables no tendrán ningún efecto sobre nuestro compromiso de profundizar nuestras relaciones con Afganistán y Pakistán, y apoyar las legítimas aspiraciones del pueblo afgano y del pueblo paquistaní".
Jones precisa que los documentos revelados por Wikileaks cubren un período que va de enero de 2004 a diciembre de 2009.
"Precisamente por la grave situación que se había creado con el correr de los años, el presidente Obama anunció la nueva estrategia, basada en un incremento de recursos en Afganistán y una concentración de los esfuerzos sobre los refugios seguros de Al Qaeda y de los talibanes en Paquistán", concluye Jones.
Los documentos fueron enviados por Wikileaks a los diarios New York Times y Guardian, de Londres, y a la revista alemana Der Spiegel, que brindan amplios detalles del tema en sus páginas de internet.
"Pakistán ayuda a los talibanes en Afganistán", titula el New York Times, que agrega que Islamabad, oficialmente aliada de Estados Unidos, permite a sus agentes "reunirse con los talibanes en sesiones estratégicas secretas".
En esas reuniones, se organizan "redes de grupos militantes que combaten contra los soldados norteamericanos en Afganistán, y hasta traman complots para asesinar a líderes afganos".
Algunos de los informes, añade el New York Times, sostienen que "la inteligencia paquistaní actúa junto a Al Qaeda para planificar ataques", aunque sea difícil establecer un vínculo directo.
El Guardian, por su parte, titula que "la masiva fuga de documentos revela la verdad de la ocupación", y afirma que "cientos de civiles fueron asesinados por las tropas de la coalición".
"Unidades secretas tienen la orden de capturar a los líderes rebeldes 'vivos o muertos'", añade el diario británico, que también sostiene que hubo "un aumento exponencial de los ataques de los talibanes contra la OTAN".
El Guardian dice que los informes muestran que Estados Unidos "escondió las pruebas de que los talibanes obtuvieron letales misiles tierra-aire" y que el creciente uso de bombas caseras de los talibanes han provocado la muerte de más de 2000 civiles".
Der Spiegel, finalmente, titula: "Explosiva fuga de noticias ofrece la imagen de la guerra vista por quien la está combatiendo".
La revista alemana afirma que los documentos "revelan las verdaderas dimensiones del despliegue militar occidental".
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