Siempre he mirado a la revolución con esperanza

Aquí su música es bandera para quienes favorecen la independencia, aunque hay quienes opinan que a la Isla se le fue el tren... ¿Qué piensa?

Ser independiente siempre tiene un gran significado. Admito que lo veo desde afuera, desde mi realidad y desde la historia que une a cubanos y a puertorriqueños desde el siglo XIX... Por eso creo que, al menos públicamente, no me corresponde intervenir en esa discusión, que es de ustedes.

Una segunda cita, hace pensar en una segunda oportunidad, en una segunda mirada... ¿Qué relación tiene el título del disco con el modo en que mira ahora la revolución cubana?

Siempre he mirado a la revolución con esperanza. El hecho de desear una segunda oportunidad a nuestros ángeles de la guarda lo demuestra. Creo que debemos rectificar errores. Eso no quiere decir que claudiquemos, sino que seamos mejores para poder seguir adelante.

¿Se arrepiente de algo?

Me arrepiento de no haber estudiado más. Me arrepiento de haber fumado y bebido (de más) durante mucho tiempo. Me arrepiento de no haber hecho más deportes.

En la canción “Segunda cita” habla de un deseo de volver al “punto naciente de aquella ofensiva”... ¿Hay algo que pueda corregirse?

Siempre se pueden rectificar cosas. Sólo hace falta comprender y tener voluntad.

Proclama que son tiempos de evolución y no de revolución... ¿por qué?

Porque las revoluciones son eventos circunstanciales y la evolución debe ser constante.

Algunas de sus canciones más políticas han sido celebradas como románticas... ¿le simpatizan esas lecturas o confusiones?

Cuántos besos no habrán ocurrido en las noches de huelga, entre los jóvenes universitarios. Ahora mismo seguro hacen canciones donde sentimientos e ideales son una misma cosa.

Lo han reconocido el año pasado, junto a Ernesto Lecuona, como el mejor compositor del siglo en Cuba... ¿Para qué sirven los honores?

Me acabo de enterar por usted. Mire, pues, qué servicio.

› Tomado de elnuevodia.com