Por Amaia Álvarez
Invitado por el PCE, Ubieta Gómez, ensayista y periodista cubano, acudió ayer a Pamplona dentro de la gira que ha realizado por el Estado para explicar el punto de vista revolucionario de Cuba a raíz de la polémica generada por la muerte de Orlando Zapata tras una huelga de hambre.
Pamplona. Como miembro del Partido Comunista de Cuba, ¿qué opina sobre la polémica de Zapata?
En el fondo de su muerte está nuestra convención ética, que será discutible, pero defiende que no se debe obligar a nadie a alimentarse en contra de su voluntad. Lo inusual de la polémica ha sido el intercambio de papeles: el gran poder estimula la huelga de hambre contra un país acosado mediática y económicamente. Me gustaría que, por ejemplo, Fariñas explicase cómo es posible que los principales estados imperialistas le estén apoyando. En realidad, es una campaña orquestada por Estados Unidos contra Cuba, la izquierda latinoamericana y toda la izquierda en general.
¿Qué busca esta campaña?
Está dirigida a quebrar el prestigio de Cuba fuera del país. El efecto dentro de la isla es mínimo, porque la inmensa mayoría de la población sigue siendo revolucionaria y opta por la vía del socialismo, a pesar de que piensen que son necesarios algunos cambios.
¿Cómo va a afectar a sus relaciones?
Cuba tiene una presencia emocional a partir de toda la ayuda que ha prestado de forma absolutamente desinteresada. Eso no se puede anular con una campaña mediática dirigida a Europa y Estados Unidos. Su efecto en América Latina y en otros sitios es difícil a pesar de que también traten de meterse en las mentes de las clases medias para que ese ejemplo deje de existir. Será muy difícil que, por ejemplo, los africanos se dejen convencer por una campaña cuando Cuba contribuyó decisivamente a eliminar el apartheid en Sudáfrica y a formar médicos y maestros africanos en las escuelas cubanas.
¿Qué esconde la campaña?
Si esta campaña es tan brutal es porque el imperialismo siente miedo de que la izquierda latinoamericana se haya afincado no sólo en los gobiernos, sino también en el pueblo. Ha habido una ruptura cultural en la forma en que la gente mira a Estados Unidos, ahora se ven con posibilidad de hacer cosas sin contar con ese histórico gendarme del norte. Y Cuba es el escudo de ese bloque.
Comentaba que el pueblo cubano percibe la necesidad de cambios...
Estamos en una situación económica difícil, pero como no tenemos políticas neoliberales, hay necesidades, pero nadie muere de hambre. Sigue habiendo una esperanza de vida de 77 años. Estamos obligados a hacer reformas para que nuestra economía sea más eficiente, para hacer que la gente entienda que lo que el Estado le proporciona tiene un valor. Debemos perfeccionar el socialismo, el cambio no va necesariamente hacia el capitalismo.
¿Cuál ha sido su objetivo en las visitas y conferencias que ha realizado en el Estado español?
Es importante que alguien hable en nombre de los cubanos, hablar directamente, dialogar, razonar, para que esto no se convierta en un problema de política interna. Hay un fragmento de un poema de Silvio, que deja bien clara la situación: "¿Quién le importa al PP?/¿Zapata o Zapatero?".
En el fondo de su muerte está nuestra convención ética, que será discutible, pero defiende que no se debe obligar a nadie a alimentarse en contra de su voluntad. Lo inusual de la polémica ha sido el intercambio de papeles: el gran poder estimula la huelga de hambre contra un país acosado mediática y económicamente. Me gustaría que, por ejemplo, Fariñas explicase cómo es posible que los principales estados imperialistas le estén apoyando. En realidad, es una campaña orquestada por Estados Unidos contra Cuba, la izquierda latinoamericana y toda la izquierda en general.
¿Qué busca esta campaña?
Está dirigida a quebrar el prestigio de Cuba fuera del país. El efecto dentro de la isla es mínimo, porque la inmensa mayoría de la población sigue siendo revolucionaria y opta por la vía del socialismo, a pesar de que piensen que son necesarios algunos cambios.
¿Cómo va a afectar a sus relaciones?
Cuba tiene una presencia emocional a partir de toda la ayuda que ha prestado de forma absolutamente desinteresada. Eso no se puede anular con una campaña mediática dirigida a Europa y Estados Unidos. Su efecto en América Latina y en otros sitios es difícil a pesar de que también traten de meterse en las mentes de las clases medias para que ese ejemplo deje de existir. Será muy difícil que, por ejemplo, los africanos se dejen convencer por una campaña cuando Cuba contribuyó decisivamente a eliminar el apartheid en Sudáfrica y a formar médicos y maestros africanos en las escuelas cubanas.
¿Qué esconde la campaña?
Si esta campaña es tan brutal es porque el imperialismo siente miedo de que la izquierda latinoamericana se haya afincado no sólo en los gobiernos, sino también en el pueblo. Ha habido una ruptura cultural en la forma en que la gente mira a Estados Unidos, ahora se ven con posibilidad de hacer cosas sin contar con ese histórico gendarme del norte. Y Cuba es el escudo de ese bloque.
Comentaba que el pueblo cubano percibe la necesidad de cambios...
Estamos en una situación económica difícil, pero como no tenemos políticas neoliberales, hay necesidades, pero nadie muere de hambre. Sigue habiendo una esperanza de vida de 77 años. Estamos obligados a hacer reformas para que nuestra economía sea más eficiente, para hacer que la gente entienda que lo que el Estado le proporciona tiene un valor. Debemos perfeccionar el socialismo, el cambio no va necesariamente hacia el capitalismo.
¿Cuál ha sido su objetivo en las visitas y conferencias que ha realizado en el Estado español?
Es importante que alguien hable en nombre de los cubanos, hablar directamente, dialogar, razonar, para que esto no se convierta en un problema de política interna. Hay un fragmento de un poema de Silvio, que deja bien clara la situación: "¿Quién le importa al PP?/¿Zapata o Zapatero?".
Por supuesto que se esconde miedo, falta de capacidad y de inteligencia;no de medios, Cuba en el transcurso de esta ardua lucha, y tras las derrotas que ha sufrido ha sabido jugársela al pegado, y aunque el monstruo venga de frente siempre en sus ojos se delata el miedo izquierdista. Cuba cada día que pasa en buen cubano se expavila más y más, ya siente necesidad de desarrollo, de cambios, cambios que serán decisivos, y que nos harán más invencibles e indestructibles de lo que somos. Solo digo una cosa, métanse con cualquiera menos con el pueblo cubano, son un látigo, y si es la juventud, la misma tiene respuestas para todos, y preguntas que a veces hasta los que radican en lo alto se les hace difícil responder.
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