Por M. H. Lagarde
La prensa internacional es tan hipócrita que no ha vacilado en manipular, a mansalva, las declaraciones de Silvio Rodríguez durante la presentación de su disco Segunda Cita.
Se pretende con tales infamias colocar a Silvio, también, dentro del carril de la última campaña mediática contra Cuba.
La prensa extranjera, que se hace la “idiota” para burlarse, o para complacer a sus tontos lectores, se empeña en convertir en material periodístico, a partir de la prominencia del trovador cubano, lo inadmisible.
En su conferencia de prensa, transmitida al mundo a través de internet, Silvio Rodríguez fue bien claro al decir que todo el mundo en Cuba esperaba cambios... y no estaba diciendo ninguna mentira.
Hay muchas cosas en Cuba que todos los cubanos desearían que cambiaran para que, entre otros beneficios, los enemigos de Cuba, esos mismos que hoy manipulan a Silvio, se quedaran, entre otras cosas, sin trabajo.
El cambio ha sido parte inherente a la revolución misma. Si no, no fuera revolución. Ningún país ha cambiado más, contra viento y marea, en los últimos 50 años. Nadie cambió más cosas en Cuba que Fidel Castro quien viró a este país de cabeza tan seriamente que, hasta veinte años después de la caída de socialismo, mantiene su originalidad. Unas cosas han salido mejor, otras peores, pero en ningún momento, ya sea -por razones internas o externas-, Cuba ha dejado de cambiar.
Silvio, si yo no estoy sordo, dijo en la presentación de su último CD, que el primer interesado en cambiar muchas cosas era el gobierno y que estaba enterado de que se daban pasos en ese sentido.
Por supuesto, estaba hablando de Cambios para mantener -eso no lo dijo, pero lo sugirió-, la misma revolución que tenemos: “Por muchas razones creo más en la Revolución, que en lo que dicen sus detractores”, afirmó el trovador.La prensa internacional, y los mercenarios de baratija que intentan manipularlo, no dicen que Silvio también dijo que Cuba, sin quitarnos responsabilidades, era un país “anormal” por las cosas que habíamos querido hacer que, para otros, desgraciadamente, resultaban inadmisibles, razón por la cual nos habían puesto en el camino los mayores impedimentos.
Lo que sugiere la prensa capitalista –léase El País- y sus criaturas –dígase la mercenaria Yoani Sánchez- es que Silvio Rodríguez, como otros mal informados u oportunistas sin talento, que aprovechan cualquier campaña para hacerse notar, quieren que Silvio pida los cambios que ellos quisieran que ocurrieran.
Toda Cuba, y a toda voz, junto con Silvio Rodríguez, pide cambios, pero cambios decididos aquí dentro, en nuestras casas, en nuestras calles y en nuestros barrios, y no impuestos por ninguna prensa lacaya, y mucho menos, por una potencia que paga para convencer.
La prensa internacional es tan hipócrita que no ha vacilado en manipular, a mansalva, las declaraciones de Silvio Rodríguez durante la presentación de su disco Segunda Cita.
Se pretende con tales infamias colocar a Silvio, también, dentro del carril de la última campaña mediática contra Cuba.
La prensa extranjera, que se hace la “idiota” para burlarse, o para complacer a sus tontos lectores, se empeña en convertir en material periodístico, a partir de la prominencia del trovador cubano, lo inadmisible.
En su conferencia de prensa, transmitida al mundo a través de internet, Silvio Rodríguez fue bien claro al decir que todo el mundo en Cuba esperaba cambios... y no estaba diciendo ninguna mentira.
Hay muchas cosas en Cuba que todos los cubanos desearían que cambiaran para que, entre otros beneficios, los enemigos de Cuba, esos mismos que hoy manipulan a Silvio, se quedaran, entre otras cosas, sin trabajo.
El cambio ha sido parte inherente a la revolución misma. Si no, no fuera revolución. Ningún país ha cambiado más, contra viento y marea, en los últimos 50 años. Nadie cambió más cosas en Cuba que Fidel Castro quien viró a este país de cabeza tan seriamente que, hasta veinte años después de la caída de socialismo, mantiene su originalidad. Unas cosas han salido mejor, otras peores, pero en ningún momento, ya sea -por razones internas o externas-, Cuba ha dejado de cambiar.
Silvio, si yo no estoy sordo, dijo en la presentación de su último CD, que el primer interesado en cambiar muchas cosas era el gobierno y que estaba enterado de que se daban pasos en ese sentido.
Por supuesto, estaba hablando de Cambios para mantener -eso no lo dijo, pero lo sugirió-, la misma revolución que tenemos: “Por muchas razones creo más en la Revolución, que en lo que dicen sus detractores”, afirmó el trovador.La prensa internacional, y los mercenarios de baratija que intentan manipularlo, no dicen que Silvio también dijo que Cuba, sin quitarnos responsabilidades, era un país “anormal” por las cosas que habíamos querido hacer que, para otros, desgraciadamente, resultaban inadmisibles, razón por la cual nos habían puesto en el camino los mayores impedimentos.
Lo que sugiere la prensa capitalista –léase El País- y sus criaturas –dígase la mercenaria Yoani Sánchez- es que Silvio Rodríguez, como otros mal informados u oportunistas sin talento, que aprovechan cualquier campaña para hacerse notar, quieren que Silvio pida los cambios que ellos quisieran que ocurrieran.
Toda Cuba, y a toda voz, junto con Silvio Rodríguez, pide cambios, pero cambios decididos aquí dentro, en nuestras casas, en nuestras calles y en nuestros barrios, y no impuestos por ninguna prensa lacaya, y mucho menos, por una potencia que paga para convencer.
VIDEO PARA "ANORMALES"
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