ATLANTA, EEUU, 10 Feb 2010 (AFP) - Inmigrantes ilegales de México, Salvador y Honduras, que recibían diálisis por insuficiencia renal, demandaron a un hospital de Atlanta (Georgia, sureste de EEUU) afirmando que los condena "a morir" por negarse a seguir tratándolos gratuitamente.
Una organización que aboga por derechos de salud de los inmigrantes (Advocates for Responsible Care) presentó la demanda contra el Hospital Grady Memorial, de Atlanta, en nombre de los indocumentados luego que la institución les advirtió que no podría continuar haciendo frente a sus tratamientos.
"Ellos no pueden obtener Medicaid (el sistema público para personas de bajos recursos) y ya hemos agotado todas las vías posibles de atención. Si el hospital Grady no les da el tratamiento, van a morir", dijo Dorothy Leone-Glasser, una activista que lidera la organización, a la AFP.
El hospital, que sirve a la comunidad pobre de Atlanta, afirma que la provisión gratuita de diálisis a los 31 inmigrantes ilegales --en su mayoría latinoamericanos, junto a algunos africanos y asiáticos-- significaría un gasto de 4 millones de dólares anuales que afectaría su presupuesto, con un rojo de 30 millones de dólares en 2008.
Matt Gove, portavoz del Grady Memorial, dijo a la AFP que el hospital "no puede continuar pagando estos tratamientos porque le resta beneficios a la comunidad de Atlanta y a trabajadores" que pagaron a través del seguro social.
El hospital "lleva gastados cerca de 1 millón de dólares en tratamiento de estos pacientes, además de ayudas para que viajen a hospitales de otros estados o para que regresen a tratarse a sus países de origen", agregó.
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