miércoles, 26 de agosto de 2009

“Juanes tiene un coraje político enorme”

El asunto de Cuba siempre ha sido para Washington más un tema de política doméstica que exterior. La polémica que ha estallado alrededor del concierto Paz sin Fronteras, propuesto por Juanes, ha mostrado una vez más la capacidad organizativa de un grupo cada vez más pequeño de inflexibles exiliados, que en las últimas cuatro décadas han condicionado la política de Washington hacia La Habana.
Pero los tiempos están cambiando y las nuevas generaciones quieren otro tipo de relación. Los tiempos parecen maduros para un cambio sustancial, y no tímidos o de fachada, para la política de Estados Unidos hacia Cuba. ¿Barack Obama será capaz de pasar de una política de prudencia a una política de transformación? Julia Sweig, una de las máximas expertas sobre Cuba y EE.UU., responde algunas preguntas.

¿Cuál es su análisis de las medidas emprendidas hasta ahora por el presidente Barack Obama hacia Cuba?

Estas medidas son importantes y al mismo tiempo muy limitadas. Es lo que Obama prometió durante su campaña. El levantamiento de las restricciones de viaje para los cubanoamericanos no rige para los 297 millones de estadounidenses que todavía no pueden viajar a Cuba. Por otra parte, Obama se ha mostrado hasta ahora receptivo hacia la opinión pública latinoamericana, especialmente del Brasil. La opinión colectiva sobre Cuba es que EE.UU. debería abrir un nuevo capítulo en su relación con la isla.

Dentro de EE.UU. hay sectores importantes que esperan más de Obama. ¿Es esta administración demasiado prudente?

En general, el presidente Obama es un individuo prudente. Su acercamiento a Cuba es igual de prudente que en otros casos. Hay que analizar la actitud de este gobierno en el contexto más amplio: la crisis doméstica con respecto a la economía, la transformación del sistema de salud, la política energética, un 10% de desempleo, las guerras en Afganistán e Irak, y una crisis importante de seguridad en Pakistán.

¿Por qué es difícil que Estados Unidos conciba un diálogo directo con Cuba?

En Washington no hay memoria. En la Casa Blanca existe la opinión de que se cumplió con la promesa de la campaña electoral y que ya se ha ido lo suficientemente lejos con las medidas impulsadas. Por otra parte, está todavía vigente la noción de que EE.UU. no puede cambiar su política hasta que Cuba no se reforme a sí misma. Esta no es la posición de la administración de Obama con respecto a China, Arabia Saudita, Irán y Corea del Norte, pero los asuntos de Derechos Humanos y democracia en Cuba se han convertido en un tema imprescindible entre los pensadores sobre América Latina que rodean al presidente Obama y a Hillary Clinton. Finalmente, hay que admitir que no hay nada en juego en Cuba. No hay crisis en la isla. › Leer Más. Entrevista con con Julia Sweig

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