Los millones de norteamericanos que dieron su voto, donaciones o energía a la campaña presidencial de Barack Obama, con la esperanza de que él cambiaría la política exterior de EE.UU., no esperaban ver que esta administración saliera en busca de aliados derechistas para impedir que Latinoamérica tratara de revertir un golpe militar. Pero esa parece ser la realidad. Es más, el Departamento de Estado ni siquiera ha determinado aún que ha tenido lugar un golpe militar. No queda claro qué otra cosa pudiera llamarse a que los militares asalten el hogar del presidente electo y a punta de fusil lo fuercen a subir a un avión y sacarlo del país.De lo que sí podemos estar muy seguros es que ningún importante medio norteamericano investigará este asunto.
La actitud general de la prensa hacia la participación norteamericana en golpes militares es: "No queremos saber nada, ni que nos digan nada". Esto fue así en el caso del golpe que derrocó al presidente venezolano Hugo Chávez en el 2002, cuando el Departamento de Estado reconoció que el gobierno de EE.UU. pagó a personas y organizaciones implicadas en el golpe, y documentos de la CIA que demostraban un conocimiento anticipado del golpe, combinado con las mentiras de la Casa Blanca acerca del golpe, brindaron evidencia sustancial de la participación de EE.UU. Pero ningún importante periódico norteamericano, incluyendo The Washington Post, nunca creyó en esa posibilidad. La participación de EE.UU. en el derrocamiento del presidente de Haití Jean Bertrand Aristide, elegido democráticamente, tanto en 1991 como por segunda vez en 2004, ha sido ignorada casi por completo, a pesar de fuerte evidencia.
Mientras tanto, el miércoles 19 de agosto, Amnistía Internacional emitió un informe, "Honduras: Crisis de Derechos Humanos Amenaza y la Represión Aumenta", en el que se demostraba golpizas generalizadas y brutalidad por parte de la policía contra manifestaciones pacíficas, arrestos masivos arbitrarios y otros abusos de derechos humanos bajo la dictadura. La administración de Obama ha permanecido en silencio acerca de estos abusos, así como acerca de la muerte de activistas, censura de prensa e intimidación. Hasta la fecha ningún importante medio de prensa se ha preocupado por obtener declaraciones oficiales acerca de los hechos.› Leer Más
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