Las multitudinarias demostraciones callejeras a lo largo del país a favor de Zelaya se aproximan ya a la semana de duración, luego que el legítimo jefe de Estado sufriera un golpe militar el pasado domingo.
Según reportes de la cadena internacional Telesur, los manifestantes esperaron la llegada a la sede del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien se reunió con diplomáticos, activistas civiles y delegados del gobierno de facto instalado en este país.
Los demandantes se mantuvieron todo el tiempo concentrados además en la periferia del Palacio de Gobierno en Tegucigalpa, mientras muchos se dirigieron de manera pacifica hacia instalaciones de la Organización de Estados Americanos.
Junto a Insulza, arribó este viernes a Honduras la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, quien intenta aunar voluntades para revertir la situación creada luego que militares sacaran por la fuerza al presidente Zelaya.
La OEA decidirá posiblemente mañana si suspende la participación de Honduras en el organismo, al agotarse un plazo de 72 horas dado al gobierno instalado arbitrariamente en esta nación centroamericana, una de las más pobres en el hemisferio.
Luther Castillo, dirigente comunitario, informó en Telesur que una confederación de movimientos sociales entregará un documento a la OEA donde exigen la restitución de la institucionalidad democrática y el Estado de derecho en el ámbito nacional.
También el eurodiputado Willy Meyer destacó desde Tegucigalpa la monumentalidad de las manifestaciones nacionales a favor de Zelaya, pese -dijo- a los esfuerzos del Ejército para contrarrestar las expresiones de solidaridad con el mandatario elegido por amplia mayoría en 2005.
Antes, trascendió que el secretario general de la OEA se reunió este viernes con representantes de la Corte Suprema de Justicia en este país, entre otros delegados del gobierno de facto.
Según reportes de la cadena internacional Telesur, los manifestantes esperaron la llegada a la sede del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien se reunió con diplomáticos, activistas civiles y delegados del gobierno de facto instalado en este país.
Los demandantes se mantuvieron todo el tiempo concentrados además en la periferia del Palacio de Gobierno en Tegucigalpa, mientras muchos se dirigieron de manera pacifica hacia instalaciones de la Organización de Estados Americanos.
Junto a Insulza, arribó este viernes a Honduras la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, quien intenta aunar voluntades para revertir la situación creada luego que militares sacaran por la fuerza al presidente Zelaya.
La OEA decidirá posiblemente mañana si suspende la participación de Honduras en el organismo, al agotarse un plazo de 72 horas dado al gobierno instalado arbitrariamente en esta nación centroamericana, una de las más pobres en el hemisferio.
Luther Castillo, dirigente comunitario, informó en Telesur que una confederación de movimientos sociales entregará un documento a la OEA donde exigen la restitución de la institucionalidad democrática y el Estado de derecho en el ámbito nacional.
También el eurodiputado Willy Meyer destacó desde Tegucigalpa la monumentalidad de las manifestaciones nacionales a favor de Zelaya, pese -dijo- a los esfuerzos del Ejército para contrarrestar las expresiones de solidaridad con el mandatario elegido por amplia mayoría en 2005.
Antes, trascendió que el secretario general de la OEA se reunió este viernes con representantes de la Corte Suprema de Justicia en este país, entre otros delegados del gobierno de facto.
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