M. H. Lagarde
Además de que los países latinoamericanos se quitaron de encima la mancha que significaba haber excluido en 1961 a Cuba de la OEA y de que el pueblo cubano y sus dirigentes, después de tantos años de digna resistencia, fueran absueltos por la historia, como señaló el presidente hondureño Manuel Zelaya, sin dudas lo más importante de la 39 Asamblea de la OEA fue la oportunidad que tuvieron algunos mandatarios y cancilleres para ratificar, una vez más, el reclamo planetario de que finalicé, de una vez por todas, el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Esa, como dijo alguien en San Pedro de Sula, sería única señal real de que la potencia del Norte alberga buenas intenciones respecto a la Isla.
No obstante, se sabe que no faltan quienes prestan oido atento a los alaridos de un grupo de congresistas en Washington que no toleran gestos de justicia histórica como el de aceptar a Cuba en una organización a la que la Isla ha reiterado, enfáticamente, que no tiene ningún interés en pertenecer.
De acuerdo con las últimas declaraciones del departamento de Estado, que desentonan con el consenso democrático y tolerante del resto de los países de América Latina expresado en Honduras, la batalla porque se elimine el cruel bloqueo contra Cuba continúa.
En espera de esa otra victoria, aquí les dejo varias caricaturas del colaborador de Cambios en Cuba, Gustavo Rodríguez (Garrincha) sobre el tema.
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