
La opinión pública estadounidense ha favorecido firmemente el levantamiento de las sanciones por décadas, pero esto no ha tenido efecto en la política exterior, y éste no es el único caso. Hay un divorcio entre la opinión pública y las políticas de los Estados Unidos; no es una democracia que funcione, contrario a la propaganda. A menos que la opinión pública se organice y se active, no importa lo que la gente piense. Se ha organizado en torno a otros temas, pero éste no ha sido el caso con relación a Cuba, por esta razón las políticas del gobierno han seguido su propio curso.› Leer Más
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