sábado, 25 de abril de 2009

Una vieja entrevista con Eduardo Galeano (I)


Por M. H. Lagarde

En 1989 yo estaba a punto de graduarme como periodista. Mi tesis de grado versaba sobre la relación del periodismo y la literatura en la obra del escritor Eduardo Galeano. Quiso la casualidad que por ese entonces Galeano viajara a La Habana como jurado de un premio de Casa de las Américas, o algún otro evento organizado por esa institución, en realidad no recuerdo. El tutor de mi tesis y entonces gran amigo, el escritor cubano Leonardo Padura, tuvo la amabilidad de concertarme una entrevista con el uruguayo.
Una tarde de ese año nos encontramos los tres en un local de la Casa, al final de la calle G, al borde del Malecón, en el Vedado y de allí nació esta entrevista prácticamente inédita. Digo prácticamente, por que una parte de ella, 25 cuartillas –la mitad- apareció en uno de los números de la revista Casa. El resto, junto a lo ya publicado, fue a dar como anexo de mi tesis de grado. De todas formas, como cuando aquello ni se soñaba con la internet está en su totalidad digitalmente virgen.
Ahora que el libro Las Venas Abiertas de América Latina se ha convertido en un bestseller, después que el presidente Chávez le regalara el libro a Obama en la pasada Cumbre de las Américas, me pareció oportuno desempolvarla. Puede que Obama lea el libro o no. Pero lo que sí es seguro, de acuerdo con las listas de ventas, es que muchas personas en el mundo si lo harán.
Esta vieja entrevista con Galeano que Cambios en Cuba irá sacando en esporádicos post, pienso que podría ayudar, especialmente a los jóvenes, a un mejor conocimiento de la vida y la obra de uno de los más importantes cronistas de nuestra América.

-Empezaste en el periodismo como caricaturista, diagramador...

- Sí, las primeras cosas que publiqué fueron dibujos. Yo entré en el periodismo haciendo dibujos, caricaturas políticas. Tenía catorce años cuando publiqué las primeras y también, por entonces, unas fugaces notas de artes plásticas. Me acuerdo de una nota sobre el pintor francés Georges Rouault que hice cuando tenía catorce años y que se publicó en un diario porque los dibujos salían en el semanario socialista El Sol. Había estrenado los pantalones largos y publicado esos caricaturas políticas y, simultáneamente algunos articulitos. Creo que fueron más, lo que pasa que a memoria no me lo devuelve. Pero me acuerdo de ese porque fue el primero que se publicó en el diario El País, un periódico reaccionario de Montevideo. Salió en el suplemento cultural, con un dibujo de la cara de Rouault. Muchos años después, yo fui a la hemeroteca de Montevideo queriendo rescatarlo pero alguien se me había adelantado y estaba cortado con una tijera. No sé quien habrá sido...

-¿El dibujo?

- No, no, el artículo entero, con el dibujo. Me arrancaron un pedazo de la memoria. Ese fue el primer texto que publiqué y ahí quedó el agujero no más.

-O sea, Galeano comenzó escribiendo periodismo cultural.

- Sí, y te diría que eso era una cosa más esporádica pero las seguí practicando y las primeras notas que publiqué después, en ese mismo semanario socialista en que publicaba las caricaturas políticas, eran algunas críticas de teatro, o de artes plásticas, algunas entrevistas y también, curiosamente, notas gremiales, sindicales, porque yo fui, desde muy chiquilín, militante sindical en el Uruguay. Pero lo fundamental eran los dibujos para mí en ese periodo. Y además yo creía que era dibujante, que mi vocación era esa, y quizás lo era. En un de esos textos del último libro publicado de mi periodismo vas a a encontrar un trabajo titulado “Apuntes para un autorretrato” y vas a ver algunas reflexiones cortitas sobre este asunto. Yo creo que la realidad me entra por los ojos y como no fui capaz de pintar pintando, pinto escribiendo.
Pero bueno, el hecho es que después, a los dieciocho años, diecinueve, tuve una crisis muy grande que cuento en el libro Días y noches... A partir de ahí fue que empecé a escribir de un modo más sistemático. Empecé a publicar artículos, publiqué mi primer libro poco después, tenía veinte o veintiún años. Era una novelita que ahora me parece bastante mala, bastante floja. Pero que tiene el significado para mi de haber sido la primera. Esa cosa entrañable de que es el primer libro.

-Hubo algún hecho específico que determinara el cambio del periodismo cultural por el político.

-Bueno, cronista cultural te diría que seguí siendo siempre y periodista político también. Ya lo era a través de las notas sindicales. Pero lo más importante es que yo, hasta esa crisis que fue una tentativa de suicidio, una especie de fin de ciclo. ..Yo creo que uno va haciéndose muchas veces a lo largo de la vida. Digamos, al cabo de esa primera vida, me sentía dibujante. Para nada sentía que lo mío fuera escribir. Escribía como una cosa lateral y con mucha dificultad. Y fue después de eso que abandoné el dibujo, ahora reducido a los chanchitos que hago para los amigos y para las cartas, a veces ilustradas, que mando para reírme junto con la gente que quiero. Pero no dibujé más y fui convirtiéndome, de a poco, en un cazador de palabras. En alguien que iba a intentar decir lo suyo por la vía del lenguaje escrito, de la palabra. Anduve durante mucho tiempo peleando, porque siempre me ha costado mucho escribir. Me resulta asombroso comprobar que la gente cree que yo escribo con facilidad porque mi estilo es engañosamente sencillo.

(Continuará...)

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