Obama, el débil

Así acaba de catalogar el bravucón de Dick Cheney al presidente Obama por haber apretado la mano de su colega venezolano durante la pasada Cumbre de las Américas.
"Hay millones de personas a través de América del Sur observando cómo respondemos" a mandatarios enfrentados a Washington, dijo Cheney en una entrevista con Fox News.
"Millones de suramericanos, según Cheney, ven a Obama "en alguna forma intimando con alguien como (el presidente de Nicaragua) Daniel Ortega o Chávez, creo que eso no es útil.
Según Cheney, "un presidente tiene que proveer liderazgo" en lugar de "estar en una posición donde interactúa con nuestros adversarios".
Cheney aseguró además que "no se los trata de la misma manera" a los "aliados", o sea a los obedientes y los sumisos de la política imperial, que a los "adversarios", leáse, a aquellos cansados seguir el dictado a pie juntillas de los mandatos de Washington.
La entrevista de la Fox fue realizada por un periodista cercano a las posiciones conservadoras de Cheney, Sean Hannity, quien calificó al presidente Chávez de "dictador".
Para los conservadores, Obama durante la Cumbre cometió pecados como el de prometer que Estados Unidos no interferirá en asuntos internos de otros países.
Cheney, por su parte, en la entrevista encontró "perturbador" que Obama se haya "disculpado profusamente" en Europa y en México por las políticas estadounidenses desarrolladas durante los años de la administración Bush (2001-2009).
"Hay que ser cuidadosos", sugirió, porque "el mundo ahí afuera, tanto nuestros amigos como nuestros enemigos, serán rápidos en sacar ventaja si ellos creen que están lidiando con un presidente débil, o uno que no se pondrá de pie para defender de manera agresiva los intereses estadounidenses.
Quizás Obama no esté tan desinformado como parece. Y al referirse a ciertos temas -Cuba, por eejemplo- probablemente esté pensando en cuál será la reacción de la fascista derecha norteamericana. Los mismos halcones que alentaron la práctica de la tortura y denigraron, a escala mundial, la imagen de Estados Unidos durante el régimen de Bush.
La reacción de Cheney ante el apretón de manos no es única . Dos editoriales en el sitio de internet de la revista National Review tocaron el tema del saludo de Obama con el presidente venezolano: uno lo calificó de "horrible apretón de manos" y otro pidió a la Casa Blanca "abrazar el libre comercio, no a Chávez".
"Al compartir un amistoso apretón de manos con Chávez, Obama disminuyó su propia posición moral", dijo el National Review, que pidió al presidente "seguir los pasos de Bush" en América Latina.
Obama a lo mejor ni le haga falta leer el libro, ahora bestseller, que le regaló Chávez. Su principal problema puede que sea aprender cómo defenderse, y sobrevivir, a las bravuconadas abiertas de Cheney y comparsa.

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