Por M. H. LagardeDe pronto los planteamientos de Obama sobre Cuba parecen los de alguien que acaba de enterarse el día antes de la compleja historia de las relaciones de Estados Unidos y Cuba. Cuando se refiere a la Isla el presidente norteamericano parece hacerlo siguiendo un guión mal redactado en Radio Martí o en cualquiera otra de las redacciones de las muchas publicaciones que el gobierno de Estados Unidos paga para sustentar la guerra mediática contra Cuba.
En sus últimas declaraciones sobre la Isla, el madatario estadounidense ha pedido una señal sobre el derecho de los cubanos a viajar, la liberación de los presos políticos, la libertad de expresión y las libertades religiosas.
Cualquier cubano de a pie pudiera darle la señal que pide el presidente. Podría decirle que cientos de miles cubanos viajan anualmente a innumerables lugares del mundo, ya sea por razones profesionales o familiares. Por viajar lo hacen hasta ilegalmente alentados por la Ley de Ajuste cubano que premia con la ciudadania estadounidense a aquellos que consiguen llegar a las costas norteamericanas. Esas regatas de la muerte, creadas, alentadas y mantenidas por EE.UU. han cobrado nadie sabe cúal número de víctimas mortales en el estrecho de la Florida.
Los llamados presos políticos no son otros que los mercenarios que durante 50 años ha tratado de crear el gobierno de Estados Unidos con el afán de quebrar el consenso mayoritario en torno a la revolución. En la guerra sucia contra Cuba, diez administraciones norteamericanas precedentes han usado todos los métodos. Desde los más violentos, como invasiones, ataques terroristas, voladuras de aviones, guerra bactereológica, asesinatos e intentos de magnicidio, hasta las más disímiles de las variantes de la guerra sicológica.
Supongo que el presidente comprenda que Cuba, como cualquier otra nación del mundo, está en todo su derecho de defenderse de las agresiones de un país extranjero, especialmente si ese país es nada menos que la potencia más poderosa de la tierra.
Si el presidente tuvo noticias de la carta que recientemente le enviaron varias organizaciones "opositoras" reclamándole su cuota de dinero a Washington para cumplir su cometido subversivo en La Habana, tendrá alguna una idea de lo que hablo.
En cuanto a la libertad de expresión ningún país del mundo ha sido más difamado y calumniado durante medio siglo. El coro de la manipulación universal ha sido orquestado y dirigido por Estados Unidos. Los asesores de Obama debían también mostrarle cuánto dinero del contribuyente se ha gastado en el último medio siglo en convertir a la isla en una plaza sitiada por la mentira y escarnio.
Hasta él mismo, al referirse a Cuba, sufre de los prejuicios y estereotipos que horas de transmisiones de radio y televisión y toneladas de tinta han sembrado a fuerza de repetición en la mente de millones personas.
› ¿Qué sabrá Obama?
Cualquier cubano de a pie pudiera darle la señal que pide el presidente. Podría decirle que cientos de miles cubanos viajan anualmente a innumerables lugares del mundo, ya sea por razones profesionales o familiares. Por viajar lo hacen hasta ilegalmente alentados por la Ley de Ajuste cubano que premia con la ciudadania estadounidense a aquellos que consiguen llegar a las costas norteamericanas. Esas regatas de la muerte, creadas, alentadas y mantenidas por EE.UU. han cobrado nadie sabe cúal número de víctimas mortales en el estrecho de la Florida.
Los llamados presos políticos no son otros que los mercenarios que durante 50 años ha tratado de crear el gobierno de Estados Unidos con el afán de quebrar el consenso mayoritario en torno a la revolución. En la guerra sucia contra Cuba, diez administraciones norteamericanas precedentes han usado todos los métodos. Desde los más violentos, como invasiones, ataques terroristas, voladuras de aviones, guerra bactereológica, asesinatos e intentos de magnicidio, hasta las más disímiles de las variantes de la guerra sicológica.
Supongo que el presidente comprenda que Cuba, como cualquier otra nación del mundo, está en todo su derecho de defenderse de las agresiones de un país extranjero, especialmente si ese país es nada menos que la potencia más poderosa de la tierra.
Si el presidente tuvo noticias de la carta que recientemente le enviaron varias organizaciones "opositoras" reclamándole su cuota de dinero a Washington para cumplir su cometido subversivo en La Habana, tendrá alguna una idea de lo que hablo.
En cuanto a la libertad de expresión ningún país del mundo ha sido más difamado y calumniado durante medio siglo. El coro de la manipulación universal ha sido orquestado y dirigido por Estados Unidos. Los asesores de Obama debían también mostrarle cuánto dinero del contribuyente se ha gastado en el último medio siglo en convertir a la isla en una plaza sitiada por la mentira y escarnio.
Hasta él mismo, al referirse a Cuba, sufre de los prejuicios y estereotipos que horas de transmisiones de radio y televisión y toneladas de tinta han sembrado a fuerza de repetición en la mente de millones personas.
› ¿Qué sabrá Obama?
Eso es lo que hace falta. Argumentos. En la concreta Obama no ha tocado los temas de fondo: el bloqueo, la ley asesina de ajuste cubano, la Ley Helms-Burton que es mucho más que bloqueo, es un plan detallado para recolonizar Cuba, la ilegal base naval yanqui en Guantánamo.
ResponderEliminarEs verdad que no se le puede pedir que suba la escalera por el último peldaño, pero sí le debe quedar claro a Obama y su administración que los cubanos de tonto no tenemos ni un pelo.
Como explica Fidel en comparación con Bush, el anterior presidente, Obama es más inteligente y trabajador. Honesto. Creo que Bush es el expresidente de EE.UU que más vacaciones disfruto a costa del dinero de los contribuyentes, de su pueblo. Obama hasta ahora no descansa.
Sobre Cuba está mal informado, eso se nota a la legua. Además los Congresistas mafiosos le están haciendo una guerra sorda. Síííí los Diaz-Balar, la Ileana… la loba feroz. Dicen que el autor del cuento la Caperucita Roja resucitó y metió tremendo bateo cuando le usaron lo de feroz para caracterizar a una víbora.
Lagarde estoy contigo. Obama necesita cerrar Radio y TV Martí y buscar nuevos asesores. Por lo pronto podemos ayudarlo a conocer la verdad sobre Cuba. Creo que ya tu estás aportando. La cosa es seguir dándole argumentos. Como persona inteligente que es Obama terminará comprendiendo que con altura, en el plano de las ideas con los cubanos puede discutir cualquier cosa.
¡Ah! Se me olvidaba. Que no trate de hacer trampas, Fidel en eso no perdona, y con el Comandante en Jefe nuestro pueblo aprendió a agarrar a un mentiroso primero que a un cojo.
Yo creo que efectivamente, Obama debe cursar un postgrado sobre la historia de las relaciones Cuba. EEUU., o mejor dicho la historia de rapiña del gobierno estadounidenes de apropiarse de Cuba. que tiene más de 200 años. Los anteriores presidentes de ese país demostraron que no tenían ningún conocimiento o aparentaban no tenerlo sobre dicha historia. Creo, ahora que Obama aparante no tenerlo o no tiene ninguno.
ResponderEliminar¿Qué libro pudiéramos recomendarle?
José Pepe Chávez
Saludos revolucionarios a todos, no conocia este blog, me gusta mucho, es como leer el Granma.
ResponderEliminarBuen trabajo, sigan adelante!!!
¿Será justa, necesaria y humana una ley de ajuste cubano que provoca tantas víctimas?
ResponderEliminar¿Cuba como país independiente no tiene derecho a defender su soberanía?
¿Será justo que EUA mantenga un bloqueo genocida sobre Cuba?...Entonces, ¿quiére realmente EUA que Cuba se desarrolle como ellos dicen y que tenga la más novedosa tecnología?
Realmente sus propósitos no han cambiado, sigue siendo EUA la potencia avariciosa que no respeta los derechos humanitarios internacionales, ni la soberanía de un país donde más del 98% de la población está con la revolución y dan su vida por ella, entonces, ¿tienen algún derecho a intrometerse?...NO.
El gobierno de EUA tiene mucho menos respaldo del pueblo norteamericano, y nadie se mete en sus asuntos...
Por favor respetémonos todos y vivamos en una gran comunidad solidaria, ayudemos a los más pobres, y salvemos la Tierra, que a este ritmo creo que dentro de un tiempo desaparezca la especie humana.
Le pedimos al presidente de la superpotencia del mundo actual que reflexione.