jueves, 5 de febrero de 2009

Mariela Castro: Desarticular los prejuicios

Por Ernesto Juan Castellanos

La directora del Centro Nacional de Educación Sexual dialoga con La Calle del Medio sobre la labor social del CENESEX y su empeño por validar los derechos de homosexuales y transexuales en CubaEl 17 de mayo de 2008 se celebró por primera vez en La Habana el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia. Más que una celebración por la validación de los derechos de homosexuales, transexuales y transgéneros cubanos, fue una fructífera jornada de debates y reflexiones, que pusieron sobre el tapete las inquietudes y necesidades de uno de los grupos poblacionales más excluidos de nuestra sociedad. Mariela Castro Espín, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), accedió a dialogar con La Calle del Medio sobre los objetivos de la institución que dirige, así como de varios de sus proyectos más inmediatos.
– ¿Qué es el CENESEX?
–Es el Centro Nacional de Educación Sexual, que oficialmente se crea en 1977 como Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual de la FMC, y que en 1989 cambia a este nombre actual, ya como una entidad del MINSAP. Nuestra misión es la de coordinar, desarrollar y gestar el programa nacional de educación sexual. Desde su fundación esta institución desarrolla una estrategia multidisciplinaria e intersectorial, sustentada en el criterio de que la sexualidad, por su complejidad, debe ser abordada por diferentes disciplinas científicas, y que la educación sexual no es una responsabilidad exclusiva de la familia y la escuela sino de toda la sociedad. En consecuencia, se acordó que los Ministerios de Educación y de Salud, junto con la FMC y la UJC, deben asumir los compromisos de mayor envergadura.Este grupo de trabajo es creado por la FMC para dar respuesta a un reclamo de las mujeres cubanas en su II Congreso, en noviembre de 1974, donde pedían un plan educativo para orientar la sexualidad de sus hijas e hijos y así no revivir las mismas vicisitudes por las que ya ellas habían pasado. A partir de ahí, la FMC desplegó todo un plan de acciones educativas, que fueron los antecedentes del Programa Nacional de Educación Sexual.
– En meses recientes ustedes presentaron un grupo de propuestas para modificar el actual Código de la Familia. ¿De qué cambios estamos hablando?
–Desde hace más de quince años, la FMC está liderando la introducción de nuevas modificaciones al Código de Familia, que la práctica ha demostrado son necesarias para darle solución a diferentes contradicciones, conflictos y dificultades que se viven dentro del marco de la familia cubana, y que podrían ayudar a mejorar las relaciones entre los géneros (hombre-mujer), entre generaciones, entre razas, con las personas discapacitadas, con los ancianos, el respeto a los derechos de las niñas y los niños y su implementación en la familia, cuestiones relacionadas con la patria potestad, la adopción, la violencia de género, el abuso sexual infantil y otras formas de maltrato. También estamos introduciendo un acápite relacionado con el derecho a la libre orientación sexual e identidad de género que tiene cada persona. Estamos en esa fase de revisión y diálogo con el Partido, para trabajar juntos las resistencias que puedan surgir a estas propuestas. Cuando se decida que es oportuno, entonces se presentará como Anteproyecto de Ley a la Asamblea Nacional del Poder Popular, siguiendo los pasos que se han establecido para ello. También hemos presentado una estrategia educativa a través de los medios de comunicación, para informar a la población sobre las ventajas que tiene para la familia cubana los elementos que se introducirían en esta Ley civil, que parte de los desarrollos actuales de las ciencias y de las experiencias que se han adquirido en la práctica social.
–¿Ese fue entonces uno de los objetivos por los que el CENESEX organizó el pasado 17 de mayo la celebración del Día Internacional contra la Homofobia?
– Sí. Esa celebración forma parte de esas acciones educativas y divulgativas, junto a otros espacios permanentes que se han creado como parte de esta iniciativa. Las cosas nuevas generan resistencias, preocupaciones y malas interpretaciones, especialmente este tema, sobre el que hay un gran desconocimiento. Uno de nuestros objetivos es informar, ofrecer elementos de análisis acerca de estas realidades, todo lo que pueda ayudar a la familia y a la sociedad cubanas a reflexionar sobre estos asuntos tan importantes, de los que casi nunca se habla por prejuicios. El CENESEX tiene este encargo social: educar la sexualidad, dialogar sobre estos temas. Por ello hemos ido a los medios de comunicación, por el impacto masivo que tienen. Y me gusta mucho que se está abordando la información con mucho cuidado y sentido profesional. Eso es lo más importante, que todos asumamos el compromiso de educar. Es una responsabilidad compartida entre la familia, la escuela, la salud, la cultura, los medios de comunicación, las leyes, nuestras políticas sociales, y la política en general. Y estoy viendo que con esta celebración no sólo se han acercado más personas a reflexionar, a buscar orientaciones o referentes, sino también a brindar su colaboración, que es lo que más me gusta. Esa es una manera participativa de trabajar. Es muy lindo cuando las distintas iniciativas empiezan a crecer con la participación popular. Hemos contado con el apoyo y colaboración del ICAIC, del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH-SIDA, de la UJC, de la UNEAC, de la FMC, el Ministerio de Cultura y la FEU. Todos lo están asumiendo con un sentido de responsabilidad tan bonito que me da mucha satisfacción.Pero me he dado cuenta de que no sólo las personas homófobas tienen prejuicios y confusiones. También las tienen las personas homosexuales y transexuales. Y de lo que se trata es que nadie se sienta con el derecho de humillar ni de tratar con inferioridad a otra persona. No hay ningún motivo para hacerte creer que eres superior o inferior a otro, ni por raza, género, edad, nacionalidad, etnia o afiliación religiosa. Yo pienso que tenemos que aprender a convivir, a elaborar proyectos de interés común que aborden la diversidad de realidades que hay en nuestra población.
– Me acabas de mencionar los medios masivos. Últimamente ha estado presente en ellos con más frecuencia el tema de la homosexualidad. Se ha abordado en seriales televisivos, en la prensa escrita, en spots publicitarios. ¿No temen que tanta publicidad luego de un silencio tan absoluto genere confusiones en niños, jóvenes y adolescentes heterosexuales?
– Una buena acción educativa no confunde. Todo lo contrario; llega a tener hasta efectos terapéuticos. Pero hay que saberla llevar a cabo con profundidad, con estudio, con asesoría especializada. Y esto no compete solamente a los temas de la sexualidad sino también a los temas de la mujer, de la raza, de la economía. No se debe improvisar. Nosotros estamos buscando que se aborde adecuadamente, que no se sature, que se atienda con mesura y cuidado. La novela televisiva La cara oculta de la luna fue el resultado de todo un trabajo que ha llevado a cabo el Grupo Nacional Operativo de la Lucha contra el SIDA, que planteaba que se debían abordar estos problemas. Estamos ayudando a ilustrar, y cuando educas no haces daño. Es el silencio quien lacera, porque te deja en la ignorancia, en la confusión, en el más angustioso azoramiento. Ahora, si tú analizas estos problemas, la gente se va a sentir incluso más tranquila, porque va a comprender de qué se trata, y siempre va a recibir una orientación, un referente de paz y solidaridad con el prójimo que le quitará un gran peso de su conciencia. Cuando se aprueben las leyes que estamos proponiendo, se van a legitimar en la sociedad cubana cuestiones éticas que son fundamentales para la convivencia. Y además, ayudaremos a desterrar la homofobia de nuestra cultura, que es algo muy doloroso porque incentiva el odio y la exclusión social.
– Veo que el CENESEX ha avanzado mucho en el logro de sus objetivos sociales. ¿Cuán difícil les ha sido, o les está siendo, en un país en el que durante siglos han predominado tendencias machistas, cambiar la mentalidad de los que han tenido una visión impugnativa hacia los homosexuales, a los que incluso en el pasado se les llegó a cuestionar su valía revolucionaria?
– Es muy triste que en un proceso tan liberador como el de la Revolución Cubana haya existido tanta rudeza y prejuicios hacia las personas homosexuales y transgéneros. Es una pena que haya sucedido así. Pero la Revolución sigue adelante y sigue aprendiendo. Lo importante es que ha tenido la honestidad de reconocer que no fueron buenas prácticas. El heterosexismo y otros prejuicios dominantes en nuestra cultura, avalados por los límites del conocimiento científico en aquella época, constituyeron un fuerte obstáculo para que el ímpetu redentor de la Revolución beneficiara a estas personas. Lo más importante es que ahora estamos trabajando para modificar toda esa mentalidad, para que nunca más vuelva a ocurrir. Ahora, te confieso que ha sido muy difícil lograrlo.En 1990 cuando comencé a trabajar en el CENESEX hice varias entrevistas a parejas homosexuales y al Doctor Celestino Álvarez Lajonchere para escribir un artículo sobre esta problemática social que se mostraba tan contradictoria, pero quedé muy impactada con los testimonios y me di cuenta de que debía estudiar e investigar mucho, antes de escribir. En el año 2000 asumí la dirección del CENESEX y me di a la tarea de revisar todo lo que se había hecho anteriormente por esta institución. Así encontré algunos documentos que mi mamá le había encargado al Doctor Lajonchere para presentar al Partido entre los años 70 y 80 para analizar la homosexualidad como realidad social y tratar de implementar una política al respecto. Ella luchó muy fuerte para que se eliminara, de nuestro código penal, a la persona homosexual como figura delictiva, que fue en Cuba un remanente del código penal español. Incluso, cuando ella habló del Código de Familia, propuso que el matrimonio fuera la unión entre dos personas, y no necesariamente entre un hombre y una mujer. Mucha gente desconoce todos los esfuerzos que se hicieron en ese período de la historia de la Revolución.Entonces, desde la dirección del CENESEX, busqué nuevos elementos para avanzar, retomé el trabajo que había iniciado mi mamá anteriormente, y convoqué a otros profesionales con diferentes orientaciones sexuales para estudiar el tema y realizar investigaciones que permitan demostrar científicamente la necesidad de impulsar estas iniciativas. En 2003 organizamos en Cuba el XVI Congreso Mundial de Sexología, que nos potenció y dio credibilidad, prestigio y respeto a nivel nacional e internacional, por todo lo que significa dotar al socialismo, como práctica histórica, y en especial a la Revolución Cubana, de un recurso ideológico tan valioso como la educación sexual, para derribar prejuicios y atavismos culturales.En 2004, luego de actos de arbitrariedad por parte de la PNR en la capital contra personas transexuales y travestis, varios compañeros trabajamos en la elaboración de un informe alertando al Partido de lo que estaba pasando. El logro más importante de nuestro trabajo en los últimos tiempos es vínculo creciente con el Partido Comunista de Cuba, que ha facilitado una relación más estrecha con otras instituciones en el desarrollo de la estrategia nacional de educación sexual que coordina el CENESEX.
– ¿Qué han logrado hasta el momento con relación a la homosexualidad y qué más esperan lograr?
– Primero que todo hemos logrado que nuestras propuestas estén ahora en un proceso de diálogo en el campo legislativo. Hemos avanzado en el fortalecimiento de la presencia del tema en los medios de comunicación social, como parte de una estrategia educativa a largo plazo. A partir del 17 de mayo pasado fortalecimos nuestros viejos vínculos con la UJC y las organizaciones estudiantiles. Siempre hemos sostenido relaciones de trabajo muy estrechas con la FMC, como también con otras instituciones del MINSAP. Con el MINED se logró el programa nacional de educación sexual en las escuelas desde la década del 90, aunque no estamos del todo satisfechos. Y en cuanto a planes, en las modificaciones al Código de Familia estamos proponiendo que, las parejas homosexuales tengan los mismos derechos patrimoniales y personales que las parejas heterosexuales en las uniones consensuales, aunque no se contempla el derecho a la adopción, ni al matrimonio.
– ¿Por qué no se contemplan estos derechos?
– Mira, si en realidad vamos a hablar de igualdad plena, entonces los hombres y mujeres homosexuales deberían tener exactamente los mismos derechos de las parejas heterosexuales, sin embargo, en esta propuesta no se incluye el derecho a la adopción porque es un asunto que todavía algunas personas no comprenden. Pero al no incluirlos en todos los derechos, seguimos perpetuando la homofobia, es decir, la discriminación, porque desde la omnipotencia heterosexista los estamos considerando incapaces para la maternidad y paternidad, cuando la realidad y la ciencia demuestran que la orientación sexual no influye en la capacidad de aprender a ser una buena madre o un buen padre, como tampoco interviene sobre otras cualidades humanas.Con respecto al matrimonio me satisface que seamos capaces de respetar la tradición, pero también que elaboremos conceptos que permitan reconocer el compromiso amoroso que desean contraer las personas homosexuales.No obstante, con esta propuesta que hacemos al Código de Familia sólo estamos tratando de legitimar la responsabilidad individual e institucional de aprender a respetarnos. No pretendemos que nuestra sociedad evolucione precipitadamente, ni tampoco que cambien todas las tradiciones, porque hay aprendizajes históricos muy valiosos que se deben preservar.
– ¿Qué es el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia?
– Esta celebración tiene su antecedente en 1974, cuando la Asociación Americana de Psiquiatría, por consenso de expertos, determinó eliminar de su manual de clasificación de enfermedades mentales a la homosexualidad, porque se demostró en la práctica médica que no se trataba de una enfermedad, y de mucho menos un trastorno mental, sino de una variante legítima de la sexualidad, inherente a la existencia del ser humano, y permanecerá siempre que perdure nuestra especie. Esto fue un paso muy importante desde el punto de vista científico y humanitario, porque el hecho de que ellos mismos cambiaran lo que habían establecido, que la homosexualidad era una enfermedad, que era por tanto curable, y había que buscar terapias para transformar a los homosexuales en heterosexuales, en “sanos”, fue como abrir otra puerta, de las tantas que se deben abrir, para salir del oscurantismo. Y en el mundo entero, incluida Cuba, se pusieron de moda terapias médicas para que los afeminados se convirtieran en masculinos y para que a las lesbianas les llegaran a gustar los hombres. A los niños les recomendaban practicar artes marciales y ensayar expresiones rudas y hasta violentas, porque se tenía la falsa creencia de que eran deportes y cualidades exclusivamente masculinas. Todo esto hizo mucho daño. Luego de aquella decisión de la Asociación Americana de Psiquiatría, se fue extendiendo a otras sociedades científicas en el mundo.Pero fue sólo el 17 de mayo de 1990 que la Organización Mundial de la Salud también lo estableciera de esa manera y finalmente sacara a la homosexualidad de su manual de enfermedades mentales, con lo que puso fin a casi un siglo de homofobia médica. Esto fue un paso muy importante pero no trascendió inmediatamente. En 2005, Louis-Georges Tin, un activista francés, propuso que con el fin de que esta inicitiva tuviese efecto, cada país debería incorporar este día de mayo entre sus fechas oficiales de celebración y se instituyera como Día Internacional contra la Homofobia. El CENESEX aún no ha propuesto que se instaure como un día de celebración oficial, aunque desde el año pasado comenzamos a celebrarlo junto con otras instituciones con una sesión de cine-debate en el cine 23 y 12. Y nos dimos cuenta de que era necesario que lo siguiéramos haciendo. Desde entonces comenzamos a organizar las ideas para esta jornada, que se realizó alrededor del 17 de mayo, con el apoyo del PCC, la UJC, el MINCULT, la FMC, la UNEAC y muchas manos solidarias que nos están ayudando. Nuestro objetivo es llamar la atención, visualizar esa realidad para ayudar a la educación del pueblo con relación a la sexualidad, como parte del Programa Nacional de Educación Sexual, iniciado en la década del 70. Considero que lo estamos logrando, como es de suponer, con mucha comprensión pero también con el rechazo de muchas personas.
– ¿Cuál ha sido la reacción de las Iglesias a todas estas propuestas?
– Algunas Iglesias sostienen estrechas relaciones de trabajo con el CENESEX desde hace varios años, pero otras se han dirigido al Partido y a la Asamblea Nacional para dejar constancia de su desaprobación al matrimonio entre personas homosexuales, la adopción de niños y niñas por parte de ellos(as) y las operaciones de reasignación sexual que las ciencias médicas estipulan como parte del tratamiento que reciben las personas transexuales que lo requieran y deseen. Yo comprendo la posición de las Iglesias y la manera en que interpretan la sexualidad desde su concepción del mundo. Ellos actúan consecuentemente con sus principios y compromisos. No veo contradicciones esenciales. Pienso que deberíamos dialogar. Aunque pensemos de maneras diferentes en algunos aspectos, tenemos la responsabilidad común de educar el amor y el respeto entre los seres humanos.
– ¿Y qué opina la sociedad cubana en general?
– La sociedad cubana tiene conciencia de la necesidad de educación de la sexualidad y está deseosa de participar responsablemente en estos procesos. Los actuales niveles de instrucción y educación nos permiten desarticular con mayor efectividad los prejuicios que nos distancian y lastiman, que sostienen la ignorancia y la infelicidad. Las acciones educativas, apoyadas en expresiones artísticas, académicas y de comunicación social, se mantendrán durante todo el año, con el propósito de promover los valores y argumentos que nos permitan comprender la sexualidad en su riqueza de expresiones diversas y, sin duda, enriquecer la calidad, la calidez y la ética de las relaciones humanas.


Publicado por La Calle del Medio, publicación mensual de opinión y debate, No. 9 de enero del 2009

4 comentarios:

  1. La homofobia es muy difundida por los teologos.
    Ellos deberian ser questionados por sus actitudes!!

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  2. Es tanto, pero tanto el machismo... que hasta ilustran este escrito con fotos de m a r i c o n e s.
    Como si las mujeres no tuvieran también derecho a ser homosexuales.
    Ni en eso logran igualdad.

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  3. Hola, mi nombre es Aliomar Janjaque, estudiante de
    Psicología y defensor de los derechos específicos de la comunidad homosexual cubana en la isla.
    ¿Por que entre las organizaciones de mazas mencionadas por Mariela Castro, no aparecen las org. de corte independiente?
    ¿Será acaso que para el SENESEX no existen?
    ¿El no reconocer ni apoyar el trabajo educativo de intervención de estas org. no será acaso otra forma de exclusión debatir abiertamente y sin censuras.

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  4. Hola,... el matrimonio entre homosexuales no se incluye en los proyectos a presentar a la asamblea del PCC. No creo sea un tema difícil.
    Pero porque no es posible reconocer una union legal entre dos personas de un mismo sexo que desean pasar el resto de su tiempo el uno con el otro? Que cuesta aceptarlo?

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