Reporteros sin Fronteras vuelve otra vez a manifestar su preocupación por los “periodistas” presos en Cuba.
Según un cable de EFE la organización ahora plantea “que los periodistas encarcelados en Cuba se encuentran en "un callejón sin salida" un año después de la llegada al poder en la isla de Raúl Castro”.
Más que seguir con la cantaleta goebbeliana, que se empeña en otorgarle a los llamados “opositores” el inmerecido título de “periodistas”, Reporteros sin Fronteras debía abogar por el fin del bloqueo norteamericano contra Cuba, una de las causas esenciales que propicia la llamada “oposición”.
No es secreto para nadie, salvo para RSF, que los llamados “periodistas”, no pasan de vulgares mercenarios y que más que problemas de conciencia lo que tienen es problemas de bolsillo.
Otro salida posible para resolver el dilema que tanto preocupa a la organización es que aboguen por el cierre de la Facultad de periodismo que más de una vez ha tenido como sede la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
Como dice el dicho: Muerto el perro, se acabó la rabia.
Garganta profusa
Según un cable de EFE la organización ahora plantea “que los periodistas encarcelados en Cuba se encuentran en "un callejón sin salida" un año después de la llegada al poder en la isla de Raúl Castro”.
Más que seguir con la cantaleta goebbeliana, que se empeña en otorgarle a los llamados “opositores” el inmerecido título de “periodistas”, Reporteros sin Fronteras debía abogar por el fin del bloqueo norteamericano contra Cuba, una de las causas esenciales que propicia la llamada “oposición”.
No es secreto para nadie, salvo para RSF, que los llamados “periodistas”, no pasan de vulgares mercenarios y que más que problemas de conciencia lo que tienen es problemas de bolsillo.
Otro salida posible para resolver el dilema que tanto preocupa a la organización es que aboguen por el cierre de la Facultad de periodismo que más de una vez ha tenido como sede la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
Como dice el dicho: Muerto el perro, se acabó la rabia.
Garganta profusa
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