Ya nadie lo duda, Guillermo Pinocho (Coco) Fariñas acaba de confesar, según un reporte de Juan Carlos Chávez para el libelo El Nuevo Herald, que su sueño es ir en busca del Nobel. El periodista relato en el diario de Miami:
"Sin mediar palabra comenzaron a golpear desmedidamente'', dijo Fariñas.
Agregó que él no había sido severamente maltratado debido a un "cálculo político'' de las autoridades.
"Están interesados en que no obtenga el Premio Nobel de la Paz'', dijo.
Todo parece indicar que el periodista no tuvo oportunidad de profundizar con el Coco el significado de sus palabras. Ante la incertidumbre que pudieran generar las aspiraciones de Guillermo se imponen las siguientes preguntas.
¿Fariñas aspira al Nobel de la Paz, post morten, o en vida?
Si Fariñas aspirase a disfrutar el premio en metálico del Nobel, significaría que desestima acudir a nuevas huelgas de hambre que le pudiera poner en peligro su vida.
¿Se sacrificaría Fariñas a renunciar la gloria que significa romper su propio record de duración de Huelgas de Hambre, por ser el sucesor de Obama en el Premio Nobel?
¿No esteramos frente a una maniobra estratégica de Fariñas, para adelantarse en el escalafón de los premios, ante el peligro real que entraña su emula Yoani Sánchez?
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