sábado, 13 de marzo de 2010

Reporteros sin Fronteras y la intriga del vivo y el bobo

Por Ernesto Pérez Castillo

Reporteros Sin Fronteras –sin banderas, sin vergüenza y sin nada que valga la pena– acaba de entregar su premio anual: el premio a la ciberdisidencia. Desde el propio nombre del premio, “a la ciberdisidencia”, se reconoce el carácter intervencionista de las acciones de RSF, y deja en claro su estratégica misión: ser otra de las fuentes de financiación, unas más encubiertas, otras más descaradas, de la subversión en los “oscuros rincones del mundo” –definición de Bush– que han decidido vivir por fuera de la agenda imperial. Nótese que los nominados al premio provenían de Irán, China, Viet Nam y, por supuesto, no se les iba a quedar por fuera, de Cuba.
Y el premio fue para Parvin Ardalan, una de las fundadoras de una web anti-iraní, con tapadera de ser un sitio feminista. Según Jean-François Julliard –el oficial CIA a cargo de RSF–, a cuatro años de su fundación, la página se ha convertido “en una fuente de información de referencia” sobre Irán y está “está bajo fuerte escrutinio” del gobierno.
Esos argumentos son los mismos que se repiten, día a día sobre el desempeño de la primerísima blodeguera anticubana –la Única, al decir de Zoé Valdés. No podían ser otros los argumentos, porque solo uno y el mismo es el guión. Y es que ambas, Parvin Ardalan y nuestra súper blodeguera –cortadas por la misma tijera made in usa las dos– no son sino un par de clones desechables, entre los muchos peoncitos de batalla que se ha inventado la desesperada derecha fascista transnacional. De hecho, nuestra blodeguera estaba nominada al premio, y tenia todas las papeletas para ganarlo, pero la denuncia de la maniobra hecha en este mismo sitio le malogró el billete. Qué pena.
Al tiempo que RSF le entregaba su sueldo a Ardalan, almuersazo mediante –esta gente no hace nada sin un gran banquete–, daba a conocer su informe sobre “la libertad en Internet”. Y de nuevo viene la cantaleta… China, Irán, Viet Nam y Cuba son los principales acusados. Otra vez –y otra vez, y otra vez– aparece el nombre de la súper blodeguera cubana “que ha sufrido una verdadera campaña de difamación”.
Por pura casualidad… en esos mismos momentos el Departamento de Estado norteamericano hacia público su informe sobre los derechos humanos y Cuba encabezaba la lista y, –¡oh, qué cosa!–, también menciona a… la blodeguera, "detenida y golpeada cuando se dirigía a una protesta pacífica".
En aquel momento, cuando la BBC quiso documentar fotográficamente los golpes que la blodeguera afirmaba haber recibido, resultó que sus tremendos moretones y magulladuras ya se le habían pasado... apenas unas horas después.
Ambos informes, el del Departamento de Estado y el de Reporteros Sin Fronteras, no son una copia al carbón el uno del otro por una sola razón: ya nadie usa ese método de copiado, que para eso están las impresoras.
La única intriga es en cuál oficina se escribió la versión original, quién trabajó para quién, quién es el vivo que vive del bobo, y que cree que en este mundo todos los demás somos tontos.

1 comentario:

  1. Es una falta de todo premiar a personas como Yoani Sánchez por difundir ideas negativas contra el gobierno cubano cuando ha mentido un millón de veces para encubrir sus actos, premio a la mentira es el premio adecuado para ella. La mayoría de los cubanos que residen en Cuba se avergüenzan de ella porque su falsedad es despreciable, nadie la apoya.

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